Capítulo 10º

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Mentiras mentiras.. A eso me he acostumbrado, en muchos casos llego a engañar a las personas, porque es fácil.
Yo he sido engañado por la persona que más considero, su mentira fue cuidadosa y sigilosa. Ella me engañó con su nombre, ¿y por que? Pues, por que ella sabía desde un principio que mi nombre Been era falso.

La mayoría de las personas engañan a los demás de sí mismos para resaltar más que los de a su alrededor. Las personas son muy falsas, pueden decirte lo agradable que pareces sin ser cierto, obteniendo un resultado favorable para los timados.

En el Mininferio suenan alarmas y Vicelé observa a los alrededores alejándose de las vallas.

— Beel, cuando escuches esa alarma alejate de las rejas o todo lo que tenga que ver con seguridad —. Me dice Alice.

— ( ¿por? ) —. La miro esperando que siguiera explicando.

— Se activa la seguridad y las rejas se cubren con descargas eléctricas. Y en el subterráneo es en donde se controla la energía.

Se acercan guardias y no tengo más remedio que alejarme del dónde hablaba con Alice. Ella antes de que me vaya me dijo otra vez lo que quería que hiciera, pero cuanto más pienso en esa persona llamada "Ferch", no dudo en que sea mentira. Y ahora no tengo más remedio que ir a ver a Klar para que me diga quién es ella realmente, me pareció muy sospechoso que Alice ya conociera a Klar, y me parece sospechoso que Klar sepa de mi sin conocerme. ¿Qué clase de personas son?

Veo a Franck rascandose la cabeza mientras se encuentra en una fila de convictos, me acerco sigilosamente, esperando que nadie me note, pero yo era inevitablemente visto por todos. Ya iba acercándome a la fila y todos clavaron sus ojos en mi, hasta Franck se giró a verme.

— ( ¿qué diablos pasa con ellos? ) —. Cruzo entre la multitud para hablar con Broccoli

Escuchaba el murmurar de los demás, como si me culparan de todo. Intentó ignorar los comentarios siguiendo mi camino. Todo estaba normal hasta que alguien me llama.

— Tu, Been . ¡Dirígete aquí! —. Me ordena un guardia .— ¡Muévase aqui!

Yo solo me volteo a verlo y no era más que el simple guía que nos hizo correr a todos alrededor de los campos.

— ¡Ve! —. Dice Franck .— Se cabreara si no le obedeces.

Camino tranquilamente hacia el tipo con "cara de papa". Y lo quedo observando fijamente, lo único que me interesaba de el, eran sus zapatos, reloj y una banda en el brazo que dice "G.04" . Supongo que G.04 significa la G de Guardia y el número debido a su puesto de sector. Justo el número favorito de ella.

— Se le observó hablando con unas perras de el otro lado. Sabe que eso es prohibido.. Tenemos ciertas reglas de conducta..

— ( que bah, si no sabía nada ) —. Giró la cabeza mirando la nada, fingía no escucharlo.

— ¡¿ Me estas escuchando pedazo de basura ?! —. Me grita acercándose a mi, mientras yo tengo mi mirada al aire, sin importar el lío en el que me estaba metiendo.

Lo miro y el me agarra de la camisa enfurecido.

— ¡Aquí se hace lo que yo mando! —. Me muestra sus dientes y los convictos permanecen en silencio .— Te daremos un buen castigo, correrás 50 vueltas en este patio.

Este tipo me empieza a cabrear. Es cierto que tengo resistencia, lo que me molesta es no tener tiempo a ingeniar un plan para salir.

— ¿ Y si me niego ? —. Respondo.

El guardia me patea el estómago y recibo el golpe sin complicaciones. Me tuerzo por el golpe pero vuelvo a darle la cara. "Dime, ¿crees qué yo te tendría miedo?"pienso.

— Gracias a ti, todos tus amigos estarán ayudándote en el castigo —. Anuncia y todos empiezan a quejarse .— ¡Empiezan a las 5:40 y terminan a las 6:45! ¡Quien quiera más que diga ahora!

Todos permanecen callados y fríos, conteniendo esas grandes ganas de matarme e insultarme.

Los estoy metiendo en problemas por mi culpa. Me da risa, pero a la vez coraje. Cuando algo es mi problema, no me gusta que alguien más se infiltre.. Se supone que el problema es mio, no de alguien más.

Nos trasladan a una habitación grande y se nos ordena a limpiar. El lugar huele a muerto, y eso es cierto. Hubo una masacre por la noche para que las paredes y suelo tengan manchas de sangre.
Los convictos me miran, y estoy seguro de que cuando se vayan los guardias y vigilantes irán a matarme. Franck se mantiene alejado y no entiendo por que, y decido ignorarlo empezando a buscar cosas sospechosas en mi entorno.

Observo un armario de metal, un poco oxidado. Tengo falsas esperanzas por encontrar una arma por ahí. El tiempo se agota y ya noto que los guardias se alejan, siento mi estómago rugir ( no desayune ), poco a poco se acercan unos tipos y en sus manos unos palos de escoba.

— ¡déjemelo a mi! —. Dice Franck y se abalanza sobre mi haciéndome caer.

Siento que Franck roza con su mano el bolsillo de mi pantalón. Lo empujo a un lado levantándome en defensa. Veo a Broccoli alejarse con una mirada fija en mi y a dos acercarse. ¿Qué demonios fue eso?.
Rápidamente meto mi mano en el bolsillo izquierdo del pantalón. Un tipo levanta un palo de escoba apuntándome y el otro se dirige detrás de mi con rapidez. Ambos golpearon.

Todos me quedaron viendo. Deje a un tipo en el suelo, sólo con darse un golpe sordo en la nuca, mientras el otro sigue en pie porque le esquivé.
Un tipo más grande me observa y los demás lo animan a matarme. El saca una cuchilla de su pie con una sonrisa macabra.

— ¡Vean! ¡Pero si aquí tenemos al enano de Beel, el que me hizo meter en su propio infierno! ¿Coincidencia? .— Dice el grandote.

La forma en la que se dirige a mi, me hizo recordar quien era. Su nombre es Sean, el "Gallo", es un poco pelirrojo, con tatuajes en el cuello. Y si bien recuerdo fui yo quien lo metió en prisión. ¿Pero por que yo voy a tener problemas por dejarlo vivo?.
Lo explicare mejor: "Gallinita" trabajaba para el tráfico humano, y una vez me enviaron a robar mercancía, con mi grupo nos metimos a un prostíbulo y los que estaban ahí nos intentaron matar. No tenía el deber de matar a los que trabajaban ahí, solo robar. En fin, termine matándolos a todos excepto a el "gallo", sólo lo golpee un poquito ( más bien me pase de la raya. Pero lo deje vivo, que es importante ). Tenía poco tiempo para escapar ese día, ya que se llamó a la policía. Podía haberlo matado, pero no lo hice.

— ¿ Porque no me lo agradeces "Gallinita imbécil" ? —. Le digo. Y en ese momento el se acerca dispuesto a apuñalarme.

Lo detengo con una pequeña daga entre mis manos. ¿Cómo llego esta arma a mi bolsillo?..

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 "Beel el demonio "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora