My Adictive Drug [XiuBaek]

Capitulo 2 - ¿Atracción?

Mientras volvía caminando a su casa, logro esquivar un charco, saltandolo. Estaba descalzo, mojado y desaliñado. Nadie lo podía ver así, era imposible que dejara ser visto en la forma que estaba. Por que el era una persona decente, arreglada, bien vestida y sumamente alineada, el preferido de todos, el hijo o yerno que todo padre desea tener, el perfecto. Pero detrás de esa careta, Minseok tenia su faceta rebelde, vivaz, divertida, desinteresada. De vez en cuando una vez al mes le gustaba sacarla a la luz y experimentar cosas que cotidianamente no puede, como ensuciarse sin sentido, quitarse la ropa sin pudor, y caminar lejos, bien lejos bajo la lluvia. 

Elegía los días lluviosos y húmedos para viajar hasta un lugar alejado de su barrio donde todo estaba cubierto por pastizales y algunos árboles, donde el viento sopla con pureza, donde la lluvia no es frenada por ningún objeto, donde no se escucha nada, donde no se habla de amor.  Por que es así, los humanos estamos constantemente hablando de amor aunque no nos demos cuenta. 

~Lo encontró por una de esas casualidades de la vida, perdiéndose mientras viajaba a ver a sus tíos para navidad, sintiéndose frustrado por estar llegando tarde luego de haberse quedado estudiando en vez de acceder a viajar con sus padres cuando estos le ofrecieron horas antes. El tren paso por aquel lugar en el momento justo; Minseok estaba enfurecido desquitándose con sus propias uñas mientras pensaba en lo difícil que era mantener a su hermano menor cuerdo y en como eso afectaría toda la relación familiar si no finalizaba. Con el ceño fruncido giro su rostro hacia la ventana repleta de gotas de lluvia y visualizo ese hermoso paisaje que emanaba tanta paz. Sin pensarlo dos veces se paro y se bajo.

Comenzó a correr sin una meta, tropezó, rodó, se paro y salto gritando cosas sin sentido. Brinco por unos segundos con los brazos extendidos, luego intento hacer una medialuna, fallando y volviendo a caer sobre el mugroso y pegajoso barro. Nunca se había escuchado reír de esa forma, su propia risa le causaba mas risa y era un circulo sin fin. 

Se estaba divirtiendo, hace mucho no lo hacia, desde que cumplió los 16 años y su prioridad ya no era jugar con su hermano menor. En ese momento se sentó de golpe y comenzó a pensar que Junmyeon se metió en el lió de la adicción a sus 14 años, justo después de separarse irremediablemente de él, justo después de ignorarlo por años, justo después de poner sus preocupaciones sobre las de su real ocupación. Las lagrimas salieron sin permiso mezclándose con las gotas de lluvia que sin quererlo aliviaban su pena, cerro sus ojos y se dejo empapar por aquellas nuevas amigas suyas que lo refrescaban y consolaban. Lo disfruto, estar sin restricciones, sin pensamientos, sin presiones, sin pesadez en su pecho. Respiro hondo y exhalando sonrió. Su celular sonó, era su padre.

-Minseok ¿Donde estas? Te dije que dejaras de estudiar mínimo a las siete de la tarde. Son las nueve, ya deberías estar aquí, me descep...- no quería escucharlo mas, por lo menos no en ese lugar.

-Lo siento, me perdí así que volví a casa, el día esta horrible. Espero me perdonen, mañana viajo para allá cuando este mas claro. Adiós padre.-  y corto la llamada sin esperar una respuesta. 

Sabia que tal vez le traería futuros regaños pero su corazón necesitaba un poco de espacio, necesitaba latir con tranquilidad y no estar tan reprimido ni apretujado.

Y fue así como decidió que ese era su nuevo lugar en el mundo. No se lo diría a nadie jamas, seria un secreto para siempre.~

Esa tarde había decidido volver a ese lugar, luego de haber colapsado por unos trabajos que no le salían y porque su hermano había comenzado a ignorarlo luego de, aparentemente, haberle quitado a su traficante. La vuelta era lo mas difícil ya que debía ocultarse de todos, tenia que volver a una hora donde nadie se encuentre en casa y así lo hizo. Camino descalzo, sin su camisa y despeinado, por su propio barrio, vigilando hacia todos lados que nadie estuviera merodeando. Al pasar por el famoso callejón paso por alto una presencia que creyó no volver a ver hasta el lunes.