Capítulo 19: Primera cita.

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Ahí se encuentra Noah, apuntando a Jorg con una pistola, no creo que sea capaz de disparar.

—Noah, baja el arma, baja el arma por favor —le digo con el brazo alzado para que me haga caso, pero es en vano.

—Estás loca, y dejar que el psicópata este te viole o te haga algo peor, mejor le disparo y acabamos con esto cuanto antes —responde muy nervioso por la situación.

—No serias capaz de dispararme, ardilla. —Jorg tiene una gran sonrisa en su rostro, yo le miro preocupada y desconcertada, Noah por el contrario sonríe y enciende la pistola con su dedo pulgar.

—¡No, Noah no lo hagas, no eres ningún asesino! —grito a punto de llorar, él me mira.

—Dame las llaves y no dispararé Jorg. ¡Dámelas enseguida! —dicho esto dispara hacia un lado, yo chillo de miedo, me acerco a Jorg y le extiendo mi mano.

—Dame las llaves Jorg. —Le miro con toda la seguridad que puedo tener en este momento.

—¡Nicole, aléjate de él!

Jorg sonríe y me coge del cuello con uno de sus brazos, y con el otro me coge fuertemente de la cintura para que no pueda escaparme.

—Si quieres que no le haga nada suelta la pistola y vete de aquí cara ardilla, como no me hagas caso me la cargo aquí mismo. —Saca de su pantalón una navaja, yo comienzo a llorar por el miedo que siento ahora mismo.

—¡Suéltala maldito, como le toques un pelo te juro que te mato hijo de...!

—¿Uno solo? Voy a hacerle todo lo que se me dé la gana, ardilla.

Jorg me coge del mentón y me muerde el cuello, yo chillo, no está teniendo ninguna delicadeza, todo lo contrario, está siendo muy bruto y violento, parece como si me quisiera chupar la sangre como un vampiro.

Noah lleno de ira corre hacia nosotros, me coge del brazo fuertemente y me tira al suelo, tirando así la pistola a un lado; comienza a pelearse a tortazo limpio con Jorg, acto seguido cojo la pistola rápidamente del suelo y me pongo de pie.

—¡Cómo no paréis me disparo!

Los dos me miran rápidamente y dejan de pelearse.

Aquí estoy yo, apuntándome con la pistola en la cabeza y llorando desconsoladamente.

—¡Por fin he conseguido que me hagáis caso! —digo aun sin despegar la pistola de mi cabeza.

—Mi amor que estás haciendo, deja la pistola en el suelo. —Noah me mira muy asustado, la voz apenas le sale.

—Enana deja la pistola —dice Jorg igual de asustado que Noah.

—¡No me llames así Jorg! Como deis un paso me disparo, y lo digo en serio. —Los dos se quedan quietos, ninguno de los dos despega su mirada de la mía—. Bien... Jorg, dale a Noah las llaves. —Él para mi sorpresa se las entrega sin rechistar—. Y ahora Noah, ven. —Se acerca, yo le susurro en su oído—. ¿Ahora cuál es tu plan? —Él me mira y sonríe, se acerca a mi oído.

—Ahora tú vas a salir despacio fuera de la habitación, y yo apuntaré a Jorg con la pistola.

—¡Queréis dejaros de secretitos, me estáis poniendo de los nervios y estoy perdiendo la paciencia! —Le miro, yo aún tengo la pistola en mis manos, Noah me mira para que se la entregue.

—Noah, sal de la habitación. —Él me mira desconcertado y con los ojos bien abiertos—. ¡Sal! —Se marcha no muy seguro de la habitación.

Yo aún tengo la pistola apuntando mi cabeza, voy retrocediendo poco a poco hacia atrás sin despegar mi mirada de la de Jorg, él no se mueve de ahí, no entiendo aún porque me está haciendo caso y no se mueve.

Tú, mi enemigo, mi amor, mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora