Tú, mi enemigo, mi amor, mi vida.

Capítulo 15: Cueste lo que cueste.

Los chicos comienzan a mirarse entre ellos confundidos y enfadados, uno de ellos grita: "estás loca, eso es mentira", otro chico rubio grita: "es una mentirosa, no sabes lo que dices, seguro que se le ha ido la cabeza ahí dentro", y así miles de comentarios por parte de todos.

—¡Callaos todos, como alguno de vosotros vuelva a decir que está loca lo cuelgo de un palo todo el día! —exclama Jacob enfadado, todos se callan—. Nicole, habla, por favor, explícate.

—¿Es eso verdad, Nicole? Porque si es una broma no tiene ninguna gracia.

—¡Os estoy diciendo la verdad, Will, ¿por qué no me creéis?!

—Yo te creo. —Miro a Noah y sonrío tímidamente.

—Gracias Noah, chicos sé que es difícil de asimilar todo, pero os tengo que decir la verdad, mi madre me dijo que no os podía contar nada, pero... yo no puedo irme y dejaros así sin saber la verdad.

—¿Como que irte? —Miro a Noah, él me mira nervioso y afectado—. ¿Te vas a ir? ¡¿Por qué?!

—Empezaré por el principio, todo lo que os hemos hecho, me incluyo a mí también porque yo he ayudado a mi madre con esto, es por una razón, no os acordáis, pero hay un virus mortal en la tierra, ha muerto mucha gente, miles de personas. —Hago un parón, respiro y continúo hablando— Es un virus muy violento he incurable. —Todos me miran aterrorizados—. Están intentando sacar una vacuna que nos salve a todos, vosotros estáis aquí porque hay algunos jóvenes y niños que no les afecta el virus, entonces hay una pequeña esperanza de encontrar la vacuna a través de vosotros, los jóvenes y niños que no os afecta el virus. —Todo se ha quedado en silencio, nadie habla, nadie dice nada, todos me miran asustados—. Nosotros os observamos desde un gran laboratorio, es una empresa gigante donde hay más científicos a parte de mi madre, y también hay muchos médicos. Estamos intentando sacar una vacuna, hasta que no la encontremos no podéis salir de aquí, ya que sois nuestra única esperanza de poder reconstruir todo el planeta de nuevo.

—¿Entonces no podremos salir nunca de aquí? —pregunta Liam, yo niego con la cabeza.

—No... de momento y hasta que no encuentren una vacuna solo puedo salir yo.

—¡Eso es muy injusto, tú también tienes nuestra edad, porque a ti no te tienen aquí encerrada como a nosotros! ¡y si todo lo que has contado es verdad, porque estás aquí metida! —exclama un chico rubio muy alterado.

—Por qué estoy aquí metida no os lo puedo contar porque es privado, fue una decisión mía el entrar aquí. —Miro a Noah, él sonríe—. No estoy aquí encerrada como vosotros porque yo sí que me puedo contagiar a pesar de tener vuestra edad, además, hice un trato con mi madre, iba a estar aquí metida un tiempo, y cuando me mordiera un ciempiés gigante y recuperara la memoria tenía que irme de aquí, ya que me necesitarían allí.

—¿Y dónde se supone que estamos Nicole? —pregunta Will bastante sereno.

—Estáis en un bosque alejados un poco del mundo, en Inglaterra, el bosque clandestino está repleto de ciempiés gigantes para que no podáis salir, ni para que pueda entrar nadie de fuera, si intentáis salir de aquí os matan. La cueva del bosque clandestino está conectada con el laboratorio gigante, al ser tan grande hay muchas más aldeas aquí, Noah. —Él me mira atento—. Tú y yo estuvimos en otra aldea creada por nosotros dentro de este bosque que es inmenso, pero vosotros a la cueva no podéis ir, os matarían los ciempiés gigantes creados por mi madre y sus compañeros de trabajo.

—¡Tú eres una rata con suerte, como eres la hija de la jefa a ti no te tienen aquí encerrada, que asco me das en estos momentos, vete, vete ya y déjanos aquí encerrados, bruja! —exclama el mismo chico rubio, está muy enfadado y lleno de ira. Jacob se acerca a él a buen paso y lo coge por el cuello.