Cap. 14 Recuerdos

446 28 5
                                    

  Querido mío

10 años atrás
Estaba temblando como gelatina, y de nada servia que Tom se mantuviera a escasos centímetros de mi. El estacionamiento estaba vacío, a excepción del automóvil del director.
-Lana... -Me sobresalte al escuchar su hermosa voz. El rubor que se apodero en mis mejillas, de cierta forma me hacia sentir una tonta colegiala, por lo que rápidamente agache la cabeza, formando una cortina con mi cabello. ¡Maldición! -Me preguntaba si tienes algo que hacer esta noche.
-¿Que? -Rápidamente le mire, encontrándome con su dulce sonrisa. Mi corazón se detuvo nuevamente, y mi respiración se volvió entre cortada, hasta dejar de respirar por completo. ¡Que clase de mierda era esta!
¡No, no, y no! ¡Yo no digo ni pienso en malas palabras!
¡¿Que me esta sucediendo?!
Ah si, tengo al hombre mas sensual junto a mi, y me esta hablando en este preciso instante. ¡Esto tiene que ser un sueño!
-Me estaba preguntando si tu estabas libre esta noche... tal vez, si tu gustas, podríamos salir a cenar.
-Discúlpame, pero sigo sin entenderlo.
-Bueno, estoy tratando de invitarte a salir.
-No, eso si lo entendí Tom. -Me abrace, acariciando mis brazos, en busca de valor para no comenzar a tartamudear. -Solo... solo me pregunto el por que.
-Por que me agradas, ¿Alguna otra pregunta?
-Si, ¿Yo por que? -Me volví, encontrándome con un semblante indiferente. La calidez en su mirada se había desvanecido. Su expresión denotaba fastidio, lo que me hizo volver a la realidad.
Esto era demasiado hermoso para ser real.
-Tom, si haces esto para mofarte, y alguno de tus amigos esta grabándolo... que pena y asco me das.-Me aparte del cofre de mi automóvil, encaminándome a la puerta. Antes de lograr abrirla, la mano de Tom se interpuso en la manija. Eleve la mirada, deleitándome una vez mas con su expresión de fastidio. -¿Que quieres?
-No seas absurda, Lana. No sería capaz de humillarte de tal forma.
-Entonces, ¿que es lo que pretendes?
-Invitarte a salir. Sin embargo, todo indica que eres ese tipo de chicas que les gusta tener como idiotas a los hombres, y que salen con mierdas.
-¡Discúlpame por ser realista! -Solté la manija, volviendo a recargarme en mi vehículo. Tom se coloco frente a mi, encerrándome entre sus brazos. ¡Mierda, mierda, mierda!
-¿Realista?, por amor a Dios.
-Tu no eres el tipo de hombre que se fijaría en alguien como yo. Arruino tu imagen y reputación. Ser amigos sería una completa locura, y no estoy dispuesta a soportar burlas y humillaciones. Ya he tenido bastante de idiotas.
-No me culpes de tus traumas, Lana. Además, yo no te quiero como para amiga.
-¿Entonces, para que me quieres?
"No estamos en la misma carrera como para que yo te dé tutorias.
-Muy lista, pero bastante inocente. -Se acerco a mi, a tal punto en que nuestras respiraciones chocaban, y sentía todo su aliento a menta golpeando mis sentidos, enloqueciéndome por completo. Su aroma era embriagador, muy a pesar del olor a cigarrillo que se había impregnado en su camisa. Nunca me agrado el olor a cigarrillo, pero la mezcla que hacía con su loción, me resultaba fascinante. "Tranquila" me repetía una y otra vez, pero resultaba inútil. ¡Me esta temblando todo el cuerpo! -Me resultas fascinante, Lana Smith.
-¿Que quieres decir?
-Que me gustas... y que quiero estar contigo.
-Estas bromeando...
-¿Es pregunta?
-No, es una afirmación. -Me aparte de él tras empujar su brazo... sin embargo, nuevamente me aprisiono entre sus brazos, evitando cualquier forma de escape, pues me tenía abrazada por la cintura.
-¿Tanto te cuesta creer mis palabras?
-Ni en un millón de años, un chico como tu se llegaría a fijar en mi.
-Ahí esta el punto. -Nuevamente acorto la distancia entre nuestros rostros, acariciando mis labios con los suyos. -Yo no soy un niño, a quien le importe la opinión de los demás. Soy un hombre, Lana. Un hombre que quiere algo contigo.
-¿Quieres acostarte conmigo? Por favor.
-Cariño, el sexo lo consigo de cualquier chica con tan solo chasquear los dedos. -Succiono mi labio inferior tan erótica y sensualmente, que estuve por desfallecer en sus brazos. -También quiero eso contigo. Lana, yo quiero hacerte el amor, no solo sexo.
-¿Que clase de broma cruel es esta? -Interrogue, sintiendo el como todo mi mundo daba vueltas.
Me sentía como al borde de un acantilado; y, curiosamente, estaba deseosa de saltar. Quería y a la vez no. Deseaba aquel fruto prohibido, sin importarme las consecuencias de mis actos.
Sus palabras me resultaban seductoras, incitándome a besarle, a tal punto en que me olvidara de mi vida, incluso de mi nombre.
-Ninguna.
Acortando la insignificante distancia, Tom comenzó a devorarme la boca con ferocidad, de una forma que jamas hubiese llegado a imaginar. Era inexperta besando, y los espejos no contaban para nada. Si tan solo hubiese practicado con Louis, aquella tarde en que trato de besarme, no estaría en las mismas condiciones de ahora.
Fue en ese momento en el que se escucho un automóvil alejarse a toda velocidad, captando mi atención.
Una hermosa rubia, con las mejillas empapadas, se disponía a desaparecer lo antes posible. Rápidamente la reconocí, y sentí un nudo en la garganta al verla partir de aquella forma.
Tras volverme a Tom, pude notar aquella retorcida sonrisa en sus labios, muy a pesar de la profunda tristeza que se dibujaba en su mirada.
Fue en ese momento en el que caí en cuenta.
Tom solo trataba de seducirme para besarme frente a la profesora Robinson, con la intención de saldar cuentas pendientes.
El amorío de Tom tenía dos inconvenientes. El sr. Robinson, y, su pequeño hijo Daniel.
Trate de contenerme las lagrimas, pero la sola idea de haber sido utilizada por Tom, me lleno de profunda tristeza.
¡Que idiota!
-Vaya teatro te haz montado, Tom.
-¿Perdón? -Le aparte de mi, sintiendo las lagrimas a punto de salir.
-Vete al infierno. -Me adentre al vehiculo, colocando el cerrojo enseguida. Tom comenzó a golpear la ventana, y con un esfuerzo sobre humano, le ignore, encendiendo el motor.
En un abrir y cerrar de ojos, me encontraba en la carretera, llorando como una niña.

---actualidad---
-Tom.
-¿Que sucede, amor?
-Estaba recordando... la primera vez que hablamos. -Tom se incorporo, importándole muy poco su condición. Su cabello estaba desordenado, y su piel bronceada se encontraba cubierta de sudor. Aquella apariencia sobresaltaba su belleza y virilidad, estimulando mi vista.
Me mordí el labio, dudosa de preguntar lo que atormentaba mis pensamientos en aquel entonces.
-¿Por que yo, Tom?
-¿Por que tu que?
-¿Por que me elegiste a mi, teniendo a tantas chicas a tu merced?
Tom se dejo caer en la cama, colocando sus brazos tras de su cabeza. La habitación se quedo en absoluto silencio, incrementando mi ansiedad ante una respuesta que por años me atormento.
-Por que eras la indicada.
Se limito a responder, volviendo aquella mirada caramelo a mi rostro.
-Entonces... ¿Por que te acostaste con Lim?

¡Hola!
Ultimo capitulo de esta noche.
No se con exactitud cuantos capítulos tendrá esta primera parte, pero espero que la historia les este gustando tanto como a mi. ¡Maldición! amo a este personaje de Lana.
Es mi primera protagonista que no actúa tan estúpidamente como el resto. ¡Estoy orgullosa de ella!
Últimamente me he puesto a pensar, poniéndome en el lugar de Lana. Si me hubieran preguntado el que haría en su situación, hubiese respondido que dejarle. Ahora, que tengo una idea de lo que se siente una traición, me siento identificada con ella, y trato de hacer de esta novela un poco personal.
En fin...
¡Pregunta!
¿Cuál es su libro favorito?
El mio, sin duda alguna es Cumbres Borrascosas de Emily Brontë. ¡Está increíble!
De verdad que lo ame como no tienen ni idea.
El otro es una saga, se llama La selección de Kiera Cass.
Y, finalmente, y no menos importante, una novela de wattpad. ¿Alguna vez han escuchado hablar de Mi nerd favorito? Es una trilogía alucinante, aun que si soy franca, solo ame las dos primeras partes. La tercera no me gusto tanto como la primera temporada... Bueno, me gusto mas la primera temporada. Tom es medio idiota, no tanto como en ésta fic, pero si es un poco ingenuo.
Y bueno, ya es todo.
Dejen sus comentarios, y prometo responderlos en cuanto tenga un tiempo.
Me encanta leer lo que escriben, y una disculpa si en ocasiones no respondo.
Buenas noches y... ¡Bye!  

Querido Mío- Tokio hotel -Primera parteWhere stories live. Discover now