Reflexiones de una mina común

El mundo es redondo

Las palabras que decimos, las cosas que hacemos sin pensar, se transforman en recuerdos o rencores difíciles de borrar. Quizás muchas veces tenemos la oportunidad, y por pensarlo demasiado no logramos avanzar.

El miedo al fracaso, las ganas de progresar, de dejar algo que necesitamos formar, son esa clase de explosiones en la cabeza que te dan insomnio. 

Quizás hoy no consiga llegar a todas las metas que me propongo, pero se que en el fondo ya he cumplido algo, y es no haberme quedado esperando que me golpearan la puerta, ya aprendí a caminar.

La lucha constante que ejerce la cabeza con las presiones del afuera, hacen que uno se maree, que pierda la conciencia.

Y es fácil borrar cinta con un par de estímulos, pero al acostarte seguís pensando en como rellenar ese espacio que sobra, ese vacío incontrolable que te agobia y no te deja respirar.

Muchas veces podes fingir, otras reír y pocas llorar, pero lo que sangra por dentro algún día tiene que explotar. 

Por esto, por aquello, porque tendría que haber hecho las cosas distintas antes de dar la media vuelta. Pero no, la vida no esta hecha de arrepentimientos, sino de momentos, que te curten, ya veras, y estoy segura que en algún punto, si de verdad lo que pensas que es tuyo te pertenece, volverá inesperadamente. 

Después de todo, el mundo es redondo y no podes caerte.