Reflexiones de una mina común

Poema al chico que no conocí

Me corrompe tu cara haciendo esa mueca que me hace sonreír. Me corrompe el tiempo y la espera de saber cuando será el próximo encuentro. 

Me corrompe ver mi corazón lleno de fuego en el reflejo de tus ojos. Me tienta tu aroma, me exalta tu voz y me hipnotiza tu forma de ver el mundo. 

Ya no tengo palabras, las llamas quemaron el río que vertía mi verborragia, no puedo pensar, no quiero pensar, me duele pensar.

Tus ganas se esfuman poco a poco y lo demás decanta en mi.
A veces siento que solo sos un espejismo, que el viento te trajo hace años para hacerme creer que existen otras cosas, que existen otras vidas, que existen otras formas. 

Me corrompen tus huellas tatuadas en mi retina, los besos que dejamos en cada esquina y las canciones que nunca te dediqué. 

Pensé en escribirte algo, solo para decirte adiós, para explicarte el por qué, como si nos debiéramos algo. 

Pensé en decirte de volver el tiempo atrás, de intentar una vez más aquello que nunca concebimos, pero no sucedió. 

Y las palabras germinaban en mi cabeza, y mi piel se erizaba con cada respiro, con cada recuerdo, con cada adiós admitido. 

"Ya no quiero más, me quedo conmigo, así estoy mejor, no te preocupes llevo abrigo para el frío, mañana estaré mejor, ya no te pensaré tanto, y quizás algún día te recuerde pero solo para pasar el rato"