Capitulo ll

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Anakin Skywalker no podía creerlo, por primera vez en su joven vida haría un recorrido como ese.
Raxus era un planeta bastante lejano y con la chatarra vieja en la que navegarían el recorrido sería largo, lleno de paradas continuas.
Era la primera vez que el muchacho viajaría sin compañía de su amo Watto y estaba feliz por ello, aunque el casi nunca estaba sobre el, era relajante tan solo pensar que estaría lejos de aquel toydariano, que podía sentirse libre por al menos unos instantes.
Colocó su ultima maleta dentro y soltó un suspiro. La señorita, de la cual aún no conocía su nombre, lo estaba observando, en cuanto ella se dio cuenta que el la había descubierto desvío la mirada y un ligero sonrojo se asomo por sus mejillas, el no pudo evitar sonreír, aquel acto le pareció tan tierno.
- Ani- Lo llamó Watto, el dejo lo que estaba haciendo y volteo a verlo de inmediato.- Ve con cuidado- Fue lo único que dijo y entonces cerró la puerta de la nave.
Watto no era cruel con el muchacho pues sabía que el era la razón del éxito de su negocio, además de que lo había tenido tanto tiempo de esclavo que le había tomado un cierto cariño, no demasiado como para considerarlo como un hijo si no más bien como un compañero, un amigo.
Anakin no podía quejarse de su amo, no era perfecto eso lo sabía muy bien, siempre estaría el dinero primero que todo pero le daba ciertas libertades que ningún otro amo podría darle.
El muchacho camino hacia el centro de navegación de la nave, justo sentada en el sillón del copiloto se encontraba la chica, el le dedicó una linda sonrisa cuando está giro su silla para poder verlo y de nuevo esta se apenó y se sonrojó.
El joven Skywalker no podía creer cómo está chica causaba esa ternura en el, tan solo verla sonrojarse lo hacía estremecerse.
- ¿Estás lista?- Fue lo único que se le ocurrió decirle, la muchacha solo lo miro pensativa.
- En... en realidad creo que necesito comprar algo de ropa- Dijo con voz débil, casi inaudible, como si tuviera miedo de hablar con el.
Anakin la miro, ella no podría conseguir ropa como esa en Tatooine, aunque su vestimenta era sencilla el podía notar que tan solo esa tela valía más del triple de toda su ropa junta. El muchacho se sintió muy apenado, por primera vez en su vida sentía vergüenza por la ropa que vestía, no estaba a la altura de esa chica, ella debía tener demasiado dinero y el, el tan solo era un esclavo... el muchacho rápidamente desvío esos pensamientos de su cabeza, no tenía porque pensar en ello, solo tenía que llevarla hasta a Raxus, ese era su único deber, no tenía el porque denigrarse así con esa chica.
- Tal vez en el planeta siguiente- Le contesto el muchacho con voz firme- Tatooine no tiene mucho que ofrecer- Fue lo único que dijo para después sentarse en el asiento del piloto. Si la muchacha no necesitaba más entonces estaba listo para irse.
Despego la nave y en cuestión de poco tiempo ya estaban fuera de Tatooine, Anakin sentía demasiada emoción dentro de el, no podía creer el largo viaje que le esperaba.
La muchacha seguía sentada a su lado mirando el espacio, la chica era hermosa, tenía el cabello rizado y castaño, ojos grandes y hermosos, tez blanca y suave, parecía tan delicada cual porcelana.
¿Como era posible que aún no sabía su nombre? Pero tenía miedo de preguntarle, no quería parecer atrevido, o ansioso por querer saber sobre ella, aunque fuera cierto, ella le intrigaba, ¿por qué querría ir a Raxus? ¿Estaba huyendo? ¿Quien la perseguiría?
Podía sentir algo en ella, como si estuviera en algún tipo de conflicto con sigo misma, tal vez no muy segura de algo que había o estaba haciendo.
Y allí estaba de nuevo, eso que le pasaba con frecuencia, como si pudiera sentir sentimientos ajenos a el, eran tan claros que le parecía como si realmente fueran suyos, no sabía si esto era una especie de don, pero el trataba de evitarlo a toda costa, no le parecía correcto.
- ¿Pasa algo? - Preguntó la chica a su lado, el salió del transe en el que había entrado y solo negó con la cabeza.
Esa era su oportunidad, necesitaba saber su nombre.
Pero no lo hizo, no le pregunto. ¿Por que se sentía tan nervioso junto a ella? Había hablado y visto a tantas chicas, convivir con una no era algo nuevo <<pero nunca había hablado con alguien tan bella como ella>> Anakin desvió de nuevo ese pensamiento, debía concentrarse.

Ya era seguro activar el piloto automático y lo hizo, en cuanto se acercaran a Ando volvería a tomar el control.
Se levanto de su asiento y comenzó a caminar hacia la pequeña sala/comedor que se encontraba cerca. Moría de hambre, había estado trabajando todo el día y no había comido absolutamente nada. Saco lo primero que encontró en la despensa y se encogió de hombros, por poco saludable que fuera serviría para saciar su apetito. Se recargó en el marco de la puerta que daba paso a donde se encontraba la chica, aún en el asiento del copiloto.
Ella giro su silla y lo miro.
El le sonrió, esperando que eso hiciera que se sonrojara de nuevo, le encantaba cuando eso le sucedía, pero esta vez solo agacho la mirada con pena, aunque no era lo que él quería eso también hizo que muriera de ternura.
- ¿Gustas?- Le pregunto, pues se dio cuenta que estaba siendo un completo mal educado comiendo frente a ella sin ofrecerle nada.
Ella negó con la cabeza.
- ¿No tienes hambre?
La chica solo se quedo callada y después de lo que parecía un largo rato, asintió.
- ¿Quieres que te prepare algo?- ofreció el chico.
- No quiero molestar- Contesto la chica, escuchar su voz era algo satisfactorio, aunque le gustaba la timidez que mostraba, no era nada comparado con escucharla hablar, con aquel tono dulce y perfecto.
- No es una molestia, mi trabajo es atenderte, queremos que llegues viva a Raxus, ¿o no?- Dijo con algo de nerviosismo, no quería parecerle un idiota con sus bromas.
Pero afortunadamente la chica río, si su voz era bonita su risa era preciosa.
La chica se levanto y camino hacia dónde estaba el. Muy cerca, pensó el chico, nunca la había tenido tan cerca, aunque está estuviera a unos tres pasos de el podía sentir como sus nervios aumentaban.
El también comenzó a caminar, dirigiéndola hacia dónde se encontraba la despensa, no había mucha, también tendrían que comprar más suministros, las pocas cosas que había eran chatarra. La chica tomo unas cosas, tan solo botanas.
Se sentó en la mesa que había en la esquina y comenzó a comer, Anakin dudo en si debía acompañarla, tal vez ella necesitaba estar sola, tal vez no lo quería cerca. Después de unos minutos de debatir consigo mismo decidió sentarse frente a ella.
La muchacha le ofreció una sonrisa de bienvenida.
- Soy muy bueno preparando comida, ¿no es cierto?- Dijo con gracia, pues no había preparado nada para ella.
- Realmente bueno, esto es delicioso- Contesto la chica entre delicadas risas.
- ¿Cuál es tu nombre?- Soltó rápidamente Anakin.
La muchacha se sorprendió por tan inesperada pregunta.
Después de unos minutos en completo silencio y una gran tortura para anakin, pues se atormentaba por su gran descaro, la chica contesto.
- Padme- dijo sin más.
Un hermoso nombre para tan bella y tierna chica.
¿Por que una chica tan tierna como ella necesitaba salir de manera tan inesperada a un planeta tan lejano? ¿Que ocultaba?
- ¿Has estado antes en Raxus?- le preguntó el joven Skywalker.
Ella negó con la cabeza.
- ¿y tú?- Le pregunto Padme.
El solo soltó una risita.
- No he viajado más allá de Naboo- contesto Anakin.
De inmediato Padme se puso rígida y la atmósfera de confianza que habían creado con tanto esfuerzo se esfumó.
¿Había dicho algo malo? Se preguntó el muchacho con decepción.
Padme solo tragó saliva.
Naboo, tan solo recordar aquel lugar la ponía aún más en conflicto. No podía regresar allí, tenía que sacar eso de su cabeza, no había esperanza de que ella regresara, ella no volvería a ser jamás la reina Amidala.
Jamás.

Huyendo. (Padme & Anakin)Where stories live. Discover now