*•~APRENDER A PERDER~•* A lams story

•6•

Era una noche tranquila en New Jersey, se veían muchas estrellas en el cielo y se oían a los grillos cantando.
Había gente que decidió pasar la tranquilidad de esa noche en el balcón de la mansión Schuyler, donde se celebraba una fiesta en la que Alex estaba invitado y de la cual ya le había informado a John hace un tiempo en una carta.
Angélica no pudo asistir, porque la castigaron. Alex y Eliza estaban sentados en una esquina charlando y Peggy estaba bebiendo y comiendo la comida de la mesa.
Mientras ella comía, vino su padre, Philip Schuyler.

—Margarita, ¿Sabes quién es ese joven con el que está hablando tu hermana?
A Peggy le entró un escalofrío y dejó de masticar
¿Nunca le habían mencionado nada sobre Alexander a su padre? NO.
—Ehhh... Pues, es un amigo queeee... Acabamos de conocer y...

—¿No es el soldado de Washington? No imaginé que él trajese soldados a una fiesta privada como esta. Ehhh... Margarita, dile que por favor se retire— dijo señalándolo y chasqueando los dedos.

—Claro, padre — dijo con voz temblorosa.

Eliza se había metido en problemas.

Cuando estaba ya más cerca pudo ver como Eliza tomaba la mano de Alex y lo sacaba a bailar. Él al parecer no quería ya que se le vio nervioso al principio, pero luego se dejó llevar.

Había más gente bailando y la banda tocaba a todo volumen, nadie parecía haberlos notado. Peggy quiso unirse, pero se acordó de su padre.
Al girarse, lo vio con cara de desaprobación, señalando a Alex otra vez mientras miraba a Peggy, para luego retirarse.

Ella los veía tan felices bailando que no quería separarlos.

—Creo, que los dejaré, un ratito más...

Los dos seguían bailando y hablándose el uno al otro, iban de un lado a otro, corriendo como dos niños pequeños, dando vueltas y saltos, tropezándose, no paraban de sonreírse...

Así pasaron una hora, no se cansaban. Entonces, Peggy vio por la ventana a su padre, que ya estaba volviendo.
Rápidamente, empezó a correr a través de todo el salón de baile, cogió el brazo de Alexander y lo llevó detrás de una gran puerta, justo antes de que su padre entrase, dejando a Eliza sola y confundida en medio de la habitación.

—Peggy, ¡¿Qué demonios?!

—Shhh... Shhh...

Peggy tapó su boca y le dijo que se callase, para luego asomarse por la puerta y ver a su padre hablando con otros invitados.

—Enserio, ¿Qué pasa contigo?— Dijo Alex susurrando.

—Nuestro padre no te permite quedarte, tendría que haberte sacado de aquí hace un rato, pero esperé a que terminaras con Eliza — Dijo Peggy aún vigilando a su padre.

— Pero... Eso es imposible, ¡Él me ha invitado!

—Debe ser un error, él no te conoce.

—Recuerdo perfectamente una carta en la que ponía MI nombre, invitandome a este sitio.

—Oye, arreglemos esto luego ¿OK? Mira, ¿Ves esa
pequeña puerta de ahí? — Dijo señalando una pequeña puerta
en la pared — Ve hacia ella, y te llevará a la habitación de mi hermana, puedes escapar por su ventana, estamos rodeados de un bosque muy espeso, no te van a ver.

Alex asintió, y comenzó a correr hacia la puerta— Ehhh... Dile a Eliza, que la veo la próxima semana.

—CALLA Y CORRE BASTARDO

—Ok, ok...

Al entrar por la puerta, que era bastante pequeña, y casi no se distinguía de la pared, empezó a gatear a través de un túnel muy largo, hasta que llegó al otro lado.
Iba a abrir la puerta,
hasta que recordó que ese cuarto era el de una chica y, por si acaso, prefirió tocar antes.

—¿Se puede?

Angélica dejó el libro que estaba leyendo sobre su cama, y le abrió la puerta.

—Pegg– ...¿¡Qué haces tú aquí!?

—Perdona, ya me voy, no avises a los guardias, vengo de parte de Peggy — Dijo poniéndose de pie y sacudiéndose el polvo de su ropa— solo necesito que me dejes salir por tu ventana.

—Ehhh... Claro...

Alex empezó a subirse a la ventana, cuando vio el libro que había sobre la cama.

—¡Hey! Tienes el libro de "Common Sense" de Thomas Paine ¡Lo he estado buscando por todos lados! —Dijo Alex sorprendido

Angélica vio lo emocionado que se estaba poniendo. Ese era el tipo con el que su hermana pasó toda la tarde, que suerte...

—Puedes quedártelo

—WOW, ¿¡Qué!? ¡¿En serio?! — Alex se asombró tanto que casi se cae de la ventana.

—Sí, yo ya lo he leído muchas veces, nunca estaré satisfecha — Dijo riendo.

Alex se sentó en la ventana para estar más tranquilo —Eres como yo, nunca estoy satisfecho.

—¿Es eso cierto? — Dijo Angélica acercándose a la ventana.

—Nunca he estado satisfecho — Dijo regalándole una sonrisa mientras Angélica le daba el libro.

— Mi nombre es Angélica Schuyler, nos vimos antes, en el parque — Dijo haciendo una reverencia.

—Alexander Hamilton — Dijo también con una reverencia — Me acuerdo de ti, estaba yendo a ver a tu hermana, me ha hablado mucho de ti.

—¿ Enserio ?

Se empezó a oír ruidos de pasos de la gente por los pasillos, seguramente ya había acabado la fiesta.

—Perdona, creo que debo irme, gracias por el libro — Dijo para saltar sobre un árbol e ir
bajando por las ramas poco a poco.
Angélica lo veía desde su ventana.

— I will never be satisfied~

*~••~*

...
896 palabras...
Es el capítulo más largo que he escrito sorry ;-;
¿Saben lo difícil que es hacer referencias a canciones inglesas, en un fanfic en español?
En fin :"D
Les dejo un animatic ahí ^^