14. Es hora

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Viernes 16:35 pm.

Sungyeol regresaba del aeropuerto luego de despedir difícilmente al azabache. Cerró la puerta de su habitación, y fue a recostarse en su cama boca abajo, una sonrisa apareció de la nada y abrazó una de sus almohadas tan emocionado que la aferró a su cuerpo fuertemente.

-Eres un tonto, Kim. -observó la pulsera de plata un su muñeca izquierda y la elevó al aire, admirándola con gran cariño.

"Es mi regalo por nuestro tercer mes"

Sí, ese era el tiempo exacto en el que comenzaron su relación, y aunque a Sungyeol se le hubiese pasado por alto que en unos días era su aniversario, no dudó en afirmarle a myung, la sorpresa que lo esperaba cuando regresará.

Era la primera vez que haría algo como esto, y no sabía por dónde empezar. Por su cabeza cruzó la idea de pedirle a sungjong ayuda, pero negó inmediatamente. Tal vez...si investigaba por otros medios.

-Internet tiene todas las respuestas. -murmuró para sí, encendió su portátil y escribió su inquietud. Rápidamente encontró varias opciones que podrían servirles.

"Cena romántica"

Pass.

"Paseo nocturno por la playa, en un camino cubierto de rosas rojas"

Que cursi.

"Un regalo y cena hecho por ti misma"

Sungyeol recordó que anteriormente le había prometido al azabache que cocinaría para él, pero jamás había llegado a cumplirlo ya que Myungsoo se encargaba de la cena o simplemente comían fuera. Así que accedió a esa idea, cocinar para él, y también...

-¿Un regalo hecho por mí? -Sungyeol nunca fue bueno con las manualidades, sus manos no estaban hecho para ese tipo de trabajo, pero si había algo en lo que era bueno. Por lo que, buscó en uno de los cajones del buró su bloc de arte.

Tenía varios bocetos de paisajes o retratos de sungjong que había hecho en silencio a petición de Howon. Sonrió en cuanto encontró la imagen que quería...ahora sí, todo estaba perfectamente planeado.

Algo simple, a su parecer, pero consideraba que las cosas hechas por uno mismo y con esfuerzo eran más significativos que cualquier otro detalle que el dinero pudiese comprar.

SungGyu entró a su habitación en ese momento.

-Yeol, ¿quieres ir por una pizza? -le pregunto, y Sungyeol asintió percatándose inmediatamente de la mirada del castaño en lo que tenía en sus manos. Los puso en su lugar y levantándose de la cama tomó su chaqueta para salir de la habitación.

-Vamos, pero tú pagas. -SungGyu asintió con un sonrisa la cuál desapareció en cuanto lo vio bajar las escaleras. Cerró la puerta de la habitación, y siguió a Sungyeol a salida de la casa.

La paciencia se le agotaba poco a poco, sólo debía esperar que howon se fuera junto con sungjong al dichoso partido de futbol en Jeonju y tendría la casa solo para los dos.

Sábado 11:28 am.

-Recuerda yeol, dejé dinero para todo el fin de semana. Comprar cosas sanas, no la chatarra que sueles comer, y dale una comida decente a SungGyu.

-Si, mamá. Lo que usted ordene. -sungjong se acercó a su pareja antes de que matara al menor, quien procuró alejarse unos pasos y sacarle la lengua a su primo.

-¡Aish, éste niño! Y así quieres que te trate como un adulto. -replicó howon, mientras lo apuntaba con el dedo y el alto reía descaradamente.

HimWhere stories live. Discover now