"Ciudad de las luces"

Capítulo 13

Antes de nada disculparme por no haber subido en tanto tiempo pero es que no he tenido tiempo. Lo siento.

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-¿Cómo que has encontrado una piedra que brilla?- dijo Álvaro estupefacto.

-No lo sé pero es verdad- contestó Noelia intentando sacar la piedra del agua, pero pesaba demasiado y no pudo sacarla- no puedo sacar la piedra, ¿puede alguien ayudarme a sacarla de aquí?

Blas no se lo pensó dos veces y se metió al agua y caminó hasta llegar al centro del río donde estaba Noelia. Entre los dos y aún así con un poco de esfuerzo consiguieron sacar la piedra del agua y avanzar con ella a cuestas hasta la orilla mientras lo otros cruzaban el río por el tronco que estaba más abajo.

-Mirad, lo de la piedra solo era pintura- dijo Lucía cuando llegó al lado de Blas y Noelia seguida de los otros.

-Sea pintura o no lo que hacía que la piedra brillara creo que ha quedado bastante claro que hemos hecho bien en venir aquí- dijo Blas entusiasmado ante la idea de emprender una aventura.

-A ver, aver, aver, no nos precipitemos, ¿cómo sabemos que lo que decíe ese tipo no es mentira- replicó Álvaro.

-Yo creo que ya ha quedado claro, pero lo que hay que hacer agora es averiguar qué tiene la piedra de especial- dijo Carlos.

-¡Bravo Carlos!- dijo David mientras aplaudía con falsa alegría- por fin has dicho algo inteligente en tu vida.

-Vamos dejadlo en paz... esta vez tiene razón, hay que averiguar el mensaje que la piedra quiere enviarnos- dijo Noelia.

-A lo mejor si le damos con otra piedra se abre- dijo Álvaro.

-No seas bestia, con una prueba tan importante hay que tener mucho cuidado, podríamos echarlo a perder muy facilmente- dijo Blar mirando la piedra con adoración.

-A lo mejor podemos abrirla con algunos de los chismes de mi abuelo, si le pedimos permiso a lo mejor nos las deja, lo mismo hasta nos ayuda.

-¡Oh!- dijo Blas totalmente extasiado.

-¿Qué le pasa?- preguntó Lucía.

-Acaba de tener un orgasmo intelectual o mental o yo qué se... no soy experto en empollones- dijo David con un encojimiento de hombros- vamos Álvaro ayúdame a cargar la piedra.

-¿Por qué tengo que coger yo esa cosa?- dijo él con una mueca.

-Porque Blas y Noelia la han sacado del agua y ahora os toca a vosotros cargarla hasta el pueblo- dijo Carlos con lógica.

-¿Y tú qué has hecho?- protestó Álvaro.

Blas se encargó de poner paz diciendo que Lucía y Carlos se encargarían de hacer otra cosa y se pusieron de camino al pueblo. Al pasar por las calles se dieron cuenta de cuan extraño les podía resultar a otras personas del pueblo ver a dos adolescentes cargando una piedra del tamaño de un antebrazo, aunque razón no les faltaba, muy norma muy normal no era que digamos.

Mientras iban caminando por la calle más próxima, se encontraron con Lucas, el chico que Noelia, horas antes, había conocido.

-Hola Noelia vaya... ¿dónde vais con esa piedra?- preguntó él mirando el enorme pedrusco que David y Álvaro sujetaban.

-¡Oh! ¿eso? no es nada- dijo Noelia un pco nerviosa.

-Es que la hemos visto interesante y la hemos traído para verla más de cerca, como el abuelo de Noelia es arqueólogo- dijo Blas.