Después de una larga noche bajo las luces de neón, Mattie y Reece se encuentraban en el lago. Los únicos dos adolescentes lo suficientemente idiotas para estar en el agua con el frío que hacía en Crystal Lake, Minnesota.
—Pescaré un resfriado —dijo ella sumergiéndose más en el agua para no morir congelada por el viento— no creo que haya sido una buena idea.
Reece rió.
—Es tu turno.
Mattie suspiró.
—Bien, cuándo quería saber quien eras y todo eso...
—¿Si?
—Le pedí ayuda al Dr. "D"
Reece rió.
—¿Le pediste ayuda a un anónimo casamentero en internet?
—¡Estaba desesperada!
Reece rió y besó nuevamente a la chica.
—Sabes, se supone que debería haberte preguntado esto hace mucho tiem...
—Reece Matthews, ¿quieres ser mi novio?
Y dejó al chico sin palabras. Se ve tan tierno cuando está nervioso, piensa ella.
—No se vale, se supone que yo debía preguntártelo —se quejó él, haciendo pucheritos.
Mattie rió y lo besó una última vez antes de sumergirse y nadar hacia otro lado. Reece entendió el juego y la siguió hasta alcanzarla.
—Es mejor tarde que nunca, Madeline Manson.
Mattie sonrió.
—¿Entonces?
—Me encantaría ser tu novio.
Mattie rió y lo abrazó. Reece la tomó en brazos y la alzó logrando que ella riera.
—Ahora bájame, pescaré un resfriado.
Reece soltó un resoplido.
—Tú matas la magia.
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Mattie, contesta el teléfono.
Short Story"Harmony, necesito que me traigas toallas femeninas al baño de chicas." "Presiento que te has equivocado de número, sunshine." Y así fue como un completo extraño se enteró de mi periodo menstrual. Todos los derechos reservados.
