Llamando a Reece.
"—Hola"
"—¿Hola?"
"—Reece, no hablábamos desde hace una semana..."
"—¿Por qué no llamaste?"
Silencio.
"—Esperaba que tú lo hicieras."
"—E-estuve ocupado."
"—¿Si? ¿Con qué?"
"—Nada importante"
"—¿Qué tal tus vacaciones?"
"—Genial, me caí al lago y casi me da hipotermia."
"—Las ardillas no pueden contraer hipotermia ¿o si?"
"—¡Qué no soy una ardilla, joder!"
"—¿Lo ves?"
"—Sólo es cosa de escucharte gritar"
"—No me cambies el tema, Matthews, has estado raro"
"—¿Y eso es novedad?"
"—No realmente, pero entiendes a que me refiero"
"—No, la verdad no"
"—Reece, ¿qué demonios te pasa?"
"—Nada, no me pasa nada Mattie, te tengo que dejar, mi mamá me llama a cenar"
"—Pero son las cinco"
"—Nunca es mal momento para hamburguesas"
"—Buen punto pero..."
Llamada finalizada.
Mattie miró el teléfono indignada.
—Que te den.
ΔΙΑΒΑΖΕΙΣ
Mattie, contesta el teléfono.
Μικρού Μήκους"Harmony, necesito que me traigas toallas femeninas al baño de chicas." "Presiento que te has equivocado de número, sunshine." Y así fue como un completo extraño se enteró de mi periodo menstrual. Todos los derechos reservados.