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«Un Malentendido»

«Maraton 1/4»

Logan detuvo a Helios y a White mientras veía a todos los peones algo alborotados. Le había costado un poco volver ya que White se había puesto algo rebelde. Pero al final lo había conseguido. Pero sobre todo había tardo por quedarse sentado leyendo una y otra vez aquella nota. Él no había vuelto a ese lugar luego de que ella se marchó… y así fue que se olvidó completamente de aquel último día que habían pasado juntos. Se le llenó el corazón de una extraña amargura… era raro. Haber leído eso 10 años después, era muy raro. Soltó un suspiro, no comprendía por qué le dolía. Antes era solo un niño.

Uno de ellos lo vio y le avisó a Kendall. Al instante el rubio corrió hacia él. Extrañado, Logan, se bajó del caballo.

—¿Qué pasó? —le preguntó a su primo cuando este llegó a su lado. 

—Llegó el jefe —dijo algo agitado. 

Logan alzó amabas cejas. No esperaba que Jhon llegara tan temprano. Casi siempre lo hacía por la noche. Llamó a uno de sus compañeros y le pidió que guardara a los caballos. Se acercó a White antes de que se alejara.

—No más líos por hoy, ¿entendido? —le dijo. El caballo meneó la cabeza. Logan sonrió y palmeó su lomo antes de que se lo llevaran. 

Comenzó a caminar hacia la casa. Kendall se apresuró a seguirlo. 

—Espera —le dijo. Logan siguió caminando.

—¿Por qué están tan alterados todos? —preguntó Logan y lo miró de costado —Es solo el jefe. No es la primera vez que viene…

—No es por eso —consiguió decir Schmidt mientras intentaba ir a la misma velocidad que su primo —No llegó solo… Está vez Logan se detuvo y lo miró con el ceño fruncido.

—¿No llegó solo? —inquirió. 

—No,… llegó con una chica y un chico. Parecían una pareja o algo así. Entraron con él a la casa grande. Algunos de los muchachos dicen que… que deben ser compradores.

El corazón de Logan se detuvo. Eso no podía ser cierto. Seguro que no lo era. 

Si se había rumoreado que Jhon Brooks tenía ganas de vender el campo. Pero hasta el momento Logan no lo había creído porque simplemente su jefe jamás le había mencionado nada. Pero de repente se sintió intranquilo. Aquel campo lo era todo para Logan y no se veía en otro lugar que no fuera ese. 

—Voy a ir a hablar con él —le dijo y comenzó a correr hacia la casa. 

Si Jhon tenía pensado vender el campo, Logan haría lo imposible para evitarlo. Incluso sería capaz de comprárselo él mismo. No por nada había ahorrado casi toda su vida. Se veía capaz de comprar aquellas tierras. O por lo menos una porción. 

Entró a la casa por el lado de atrás, como siempre. Al primer lugar al que entraba era a la cocina. Su madre se sobresaltó un poco y giró para mirarlo.

—¿Qué te pasó? —le preguntó preocupada.

—¿Dónde está el señor Brooks? —dijo al instante.

—En su despacho —respondió ella extrañada.

—Bien —musitó Logan y comenzó a caminar para salir de allí.

White Horses » HendersonWhere stories live. Discover now