3

8.1K 786 452
                                    

"¿puedes venir a verme al hotel? Necesito hablar contigo con respecto a lo del otro día... " —desconocido.

El ojiazul leyó el mensaje y no tardó en saber quién era la persona que estaba hablándole. Era Harry.

"Debo atender a pacientes."

Mintió, no tenía a nadie a quién atender pero no quería ver al rizado, ni tampoco quería escucharle sus secretos. Pensó por un momento que todo esto no era bueno.

"Vamos, no mientas. Denis me dijo que tenías el día libre... Necesito hablar." —desconocido.

Louis bufó y se quiso enojar consigo mismo por ser tan idiota de haberle dado su horario completo al manager de Harry, pues ahora este sabría todo sobre él.

"¿por qué no hablas con él? Él puede ayudarte... Yo sólo soy un médico. "

El rizado parecía estar muy ansioso porque fuera, y es que no tardaba en responderle al ojiazul.

"Sabes de lo que quiero hablar... Además, Denis no es mi amigo." —desconocido.

"Yo tampoco."

"Tú me dijiste que confiase en ti... Que podía contar contigo. Te confesé algo privado. Necesito hablar."—desconocido.

"Joder, no pensé que sería algo tan relevante lo que me querías decir"

"¿vendrás? " —desconocido.

"A las dos estaré allá."

Acabó aceptando pues sabía que él solo se había metido en ese lío, sin que nadie se lo pidiera, ni rogara. Y por lo mismo ahora debía asumir las consecuencias de sus actos.

"¿te gusta la comida coreana? Pediré para que  comamos." —desconocido.

"Nunca he comido"

"Pediré, si no te gusta pedimos otra cosa. (;" desconocido.

"ok."

Louis miró el móvil con el ceño fruncido y lo bloqueo, rodó los ojos mientras que tomaba un par de toallas para meterse a la ducha, debía darse un refresco para despejar la mente.

"¿no puedo hablar un poco? Hace dos días ya tengo la voz..." —pidió el ojiverde mientras que le mostraba la pizarra al más bajo quién rodó los ojos.

—puedes hablar, pero cuando sientas adolorida tu garganta tendrás que detenerte. —el rizado asintió.

—al fin... —habló con voz gruesa y algo seca, Louis simplemente sintió como una corriente viajo hasta su estómago haciendo que su respiración se detenga por un par de segundos.— necesitaba hablar, ya odiaba tener que depender de esta mierda de pizarra.

—vaya vocabulario. —susurro para si mismo el más bajo mientras que se sentaba en el sofá.

—hablas cómo mi padre. —susurró el rizado— que anticuado.

—si ser correcto es ser anticuado, lo soy. —hablo el ojiazul algo incómodo viendo como el rizado se sentaba frente a él.

—vale, la comida está por llegar señor anticuado. —louis asintió.— Pedí comida coreana, pero también pedí un par de Hamburguesas por si no te gusta.

—esta bien... —suspiro— Gracias.

—no, gracias a ti por venir... Necesito hablarte de lo del otro día. —hizo una mueca nervioso— Lamento que haya llegado Kya.

INEFABLE (l.s.) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora