(ROMACE)
Ella siempre me decía que le hubiera gustado que fuéramos desconocidos para así poder ser novios sin problemas. La verdad era que todo aquello que nos impedía estar juntos, más nos hacía desearnos. Es tan tentador lo prohibido.Cuando ella nació, yo estaba en mi pubertad. Cuando ella entró a la escuela, yo entré a la universidad. Nos alejaba además la mala suerte de que su padre y el mío eran hermanos, pero la pasión entre nosotros nos acercaba cada vez más.ADVERTENCIA: Historia apta sólo para mayores de 21 años.