"Gran Rey"

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Abrió los ojos con suma pesadez, la luz que dieron paso las persianas eran una molestia para sus ojos, aun cuando esta apenas alcanzara los tenues retoques del amanecer.

 Logró despertarse antes que Kageyama, tomando a vista una posición no tan cómoda para él, pues el mayor lo abrazaba con brazos y piernas pegando su rostro a su delgado y pálido cuello. Aun recordaba lo ocurrido hace unas horas, disfrutaba el tiempo que pasaba con el azabache algo que sin vacilación denegaría días atrás. Su rostro por tan conmovedor que sonase no contaba con el típico ceño fruncido, ni con la indiferencia hacia muchos; su visaje era más placido y sosegado, libre de cualquier insulto que antes le dirigiese al menor pelos anaranjados.

Golpeo sus mejillas sonrojadas con ambas manos, seguir atendiendo el rostro de su enamorado no le haría bien a su corazón.
Una vez liberado de aquel tacto, tomó sus zapatillas se las colocó y se marcho temporalmente a su hogar.

Dudo antes de salir, sin embargo aquello no le impedía dejar el lugar, sin duda volvería pero antes debería de ir a su casa, buscar un cambio de ropa y de paso alimentar al pez de su hermana Natsu.  

En el transcurso se percato de algo, su idiotez e ignorancia no podían ser mayores, había salido de la casa de kageyama únicamente con la sudadera encima, misma que cubría hasta las rodillas el cuerpo de Shouyo. Corrió jalando de vez en cuando aquella prenda hacia a bajo, teniendo como única meta en esta mañana llegar sin ser visto por nadie con tal atuendo.

— ¿Chibi?

Bien, tal vez su suerte no era tan afable los domingos.

— ¿Oikawa-san?— Voceó mirando del otro lado de la acera.

— ¿Y ese atuendo?~ — Preguntó el castaño una vez cruzó al lado en donde se encontraba el número 10— No me digas que tratas de seducir a alguien 

— ¡S... Se equivoca! Lo que pasa es que salí con demasiada prisa de la casa de Bakeyama— Negó explicándole la situación y retomando su andar.

— ¿Vienes de su casa?— Suspirando interpeló al de pequeña estatura, acompañándole sin que este se lo pidiera.

Hinata asintió

— Supongo que ahora que están saliendo es normal hacer esa clase de cosas— Distorsionando aquel peculiar tono en el que solía hablar miró de reojo a Hinata.

— Antes también las hacíamos— Respondió inocente a lo dicho por Toru.

— ¿En serio?~

— Si, solo que ah...¡E...Espere!¡Espere! ¡No es lo que usted esta pensando! — Negó sonrojado al darse cuenta del doble sentido que la oración sentenciaba.

— Claro, claro~— Respondió sonriendo al menor.

Caminaron unos minutos más y al fin Hinata llegó a su casa, invito a que pasara Oikawa y este no denegaría la invitación del 10 de karasuno. Subió a su alcoba se ducho y cambio de ropa, bajando a la sala en donde ahora se encontraba el "Gran Rey" revisando un pequeño libro.

— ¿Por cierto que esta haciendo por estos lugares el Gran Rey?— Preguntó siendo consciente del paradero del capitán de Aoba.

— Nada de importar Chibi — Le observó cerrando y colocando sobre la mesa el libro que antes se encontraba apreciando.

— Claro...— Contesto Hinata ignorando la lectura de Oikawa.— ¿Puedo preguntar por Iwaizumi-san?

— ¿Qué pasa con él?

— Porqué no vino con Oikawa-san

— No todo el tiempo debemos estar juntos; hay veces en las que me gusta venir a caminar  ¿Sabes? Respirar un poco, salir de la rutina~.  — Sonrió recostando su mentón por encima de sus manos, mismas que permanecían postradas sobre la mesa

La Loca Obsesión de Kageyama || KageHina ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora