Phsyco...{SaeranxMC} [[EDITANDO]]

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Narradora

La chica abrazó al peliblanco con una ancha sonrisa en su rostro.
Segundos después de separarse el chico la invitó a pasar.

—¿Sabes? Creía que nunca cumplirías la promesa, que te olvidaste de mí y rehiciste tu vida. Te he echado tanto de menos...— Dijo el peliblanco nostálgico.
La chica comenzó a llorar y el ojiazul corrió a consolarla.

—¿Qué sucede?— Preguntó el peliblanco preocupado por la chica.

—Me siento tan mal...— Dijo la chica llorando en los hombros del muchacho.

—¿Por qué?— Preguntó el chico mientras le acariciaba la cabeza a la muchacha en forma de consuelo.

—Porque al no poder olvidarme de ti intenté reemplazarte de cualquier manera y en cambio tú siempre pensaste en si volvería o no... Joder, me siento tan mal... Y-y cu-cuando creí poder haberte sacado de mi mente vino él... Y...— La chica comenzó a sollozar.— Y me rompió el corazón de la manera más cruel que pueda existir.— El muchacho al escuchar la historia sonrió de manera involuntaria, pues la chica con la que soñaba nunca se olvidó de él, incluso se hizo un gran hueco en su corazón igual que la chica le hizo a él... Ambos actuaron igual. Ella intentó encontrar otro chico con el que poder llevarse tan bien como lo hacían ellos dos y él intentó llenar el vacío que la chica dejó a base de torturar y abusar sexualmente de otras mujeres.

—Tranquila... A mí también me pasó pero ya está... Y dime, ¿cómo se llama el capullo que te ha hecho llorar?

—Se llama Zen... Es un modelo-actor algo famoso... Me engañó con varias fans y cuando lo pillé e hice mis maletas para irme de su casa comenzó a implorarme que lo perdonara pero pasé de él.

—Que cerdo... Por cierto... ¿Te alojas en algún hotel o ya tienes casa por aquí...?

—Sí me alojo en un hotel mientras los de la mudanza llevan algunos muebles a mi antigua casa...

—Vale... ¿Dónde has dicho que vive ese tal Zen?

—En París...

—Ah vale...— El peliblanco miró el reloj de su muñeca y ya era hora de cenar.—¿Quieres cenar aquí? Así podemos charlar un poco más y tal...

—Vale.— La chica le dedicó una amplia sonrisa al muchacho y este se la devolvió.

“Siempre se tienen que devolver las sonrisas, ¿o no?”