Los ingredientes

17 1 0
                                    

Estás ahí, al borde, mientras se desgaja más y más la tierra, ¡Que gran socavón! Todo ha colapsado ya; mira el edén que tantos frutos te dio de comer, está árido, palidece la tierra, sabe a cal pero se siente como sal bajo tus plantas descalzas, abre la piel, genera escozor, no queda ni maleza que abrazar para engañarte, ¡oh! cuantas veces estrechaste a tu pecho arbustos secos y hiedra, olfateabas fingiendo que eran rosas sin espinas de dulce aroma, apetecible al grado de pensar en comerlas.

¡Mira bien, desgraciado ser! ¡Mira el jodido abismo bajo tus pies! ¿Que hay al centro? Fe ajena y buenos deseos, compromisos de héroes pasajeros, fanfarrias y urras alentándote a saltar ¡Hazlo cobarde! Con suerte no llegarás.

Quedaste inmóvil, imposibilitada por los diablos, la corteza tiembla, se abren cráteres, atrás no queda nada, la tormenta arrasó tu mundo, al frente está la implosión de lo que alguna vez amaste, ¿Lo percibes? Eres tú consumiéndote, como una hoja de papel que no ardió, la llama jamás se alzó, se consumió de afuera hacia adentro, ¿Lo hueles? Es tu carne quemada, tus huesos y uñas; el cabello es lo que peor hiede.

Que fácil es crear ilusiones con las cenizas, haces un ungüento con ellas, bailan en el aire las frases dulces, los buenos propósitos, danzan como mariposas, se aparean, todo estará bien, el orgásmico sueño de la vida compuesta, el salir victoriosa, el amor, el poder, la auto superación, hacen una orgia en la utopía aquella de la que no quieres despertar, Bella durmiente, estás aletargada al borde de tu abismo

Tuviste pobre maldita, el abrazo cálido, el beso honesto, la virtud y la pulcritud del único amor beato. Tuviste también el maravilloso deleite del pecado, el sabor prohibido y delirante, el amor impuro, casi condenado, ese que se mete fibra a fibra, aquel que te poseyó en las noches oscuras donde la lujuria era el pecado predilecto, y una mano se convertía en el ser deseado. Que patética, ¿Cuántas veces te atragantaste con la miel bendita del jardín? Tragaste a borbotones, arrasaste con la suculenta flora, te sacudiste en placeres y no te era suficiente.

Se te acabó la fortuna, pequeña inconforme, pobre niña triste no eres más una princesa, se secó el Edén, tu sueño eterno es ahora una pesadilla, más la realidad no es mejor, todo es oscuro, reina la locura y la eminente soledad que te cubrirá con sus alas de cuervo y te sacará los ojos con su pico de buitre, carne putrefacta no hay quien te quiera, ella te reclama no puedes evitarla más, todo se desploma, ahora ya lo sabes.

Desolación

Crees que el abismos está fuera, pequeña idiota, él vive en ti, la penumbra está en el centro de tu ser, es un agujero negro que absorbe toda tu energía, y ahí entre tinieblas se ha pulverizado tu osamenta, se degradaron tus tejidos y tu alma es presa de nervios sensibles hasta al leve soplido, la sangre escurre por las paredes internas de la piel, has comenzado a ahogarte con ella, se atora en la garganta, la escupes entre lastimeros ataques de tos, tísico está tu espíritu, la lengua te sabe a sanguaza, tus dientes chocan unos contra otros sin que puedas controlarlo.

Pero cuando todo ese flujo sale de tu cuerpo entre flemas rojas y vómito coagulado y la babaza se torna blanca otra vez, cuándo escupes la vida y se limpian las paredes, quedas como un saco vacío, en la infinita desolación.

Has vuelto como un gusano insignificante a tu agujero subterráneo, te duele la cabeza, expuesta a un excesivo ventarrón tan típico de enero, el aire se ha metido en tus narices y dentro se expandió, sientes que ya no puedes absorberlo todo, es gélido y punza el tabique. Te sientes desfallecer, te revuelcas en tu lecho manchado de fluidos, lágrimas y sangre, te cubres pero el frío lo traes en las entrañas, pesa existir, hoy más que otros días.

No entiendes la finalidad de esos ritos; 40 días para recordar que ese es el tiempo que llevas en descomposición tu también, para suplicar entre rezos inventados por gente desquehacerada que admitan a tu Santa en la "gloria", Si Dios existe el debería rezar para obtener el perdón de ella, abrirle las puertas de par en par es lo menos que le debe, está en deuda con ella, su sadismo bestial la azotó con látigos punzantes toda una vida, incluso hasta el ultimo momento en que imploró misericordia, mártir tu Santa nació y partió en absoluto sufrimiento.

Veneno para la muerteحيث تعيش القصص. اكتشف الآن