«SuperCorp» Imagine You And Me

Capítulo 59

Narra Kara:

   Después que Maggie se llevara a Alex borracha y los niños se fueran a dormir por fin Lena y yo teníamos tiempo solas.

  —¿Podemos terminar lo que empezamos en tu oficina?— Le pregunté mientras la cargaba en mis brazos.

   Ella sonrió y me beso mientras subía las escaleras. Sus labios sabían a licor. Creo que se había pasado un poco.

   Llegamos hasta el cuarto y la dejé en la cama para yo echarme encima de ella y seguir besandola.

   Comencé a dejarle pequeños besos en todo el cuello, haciendo que ella soltara pequeños gemidos.

   Pero de pronto sentí un pequeño mareo. Me levanté de la cama.

  —Espera, ahora vengo— Dije. Ella no respondió nada. Entre al baño y me eche agua en la cara. Me vi en el espejo por un buen tiempo. Respiré hondo y salí—Oye Lena creo...

   No dije nada más pues Lena ya estaba dormida. No se si estuve tanto tiempo en el baño que ella se aburrió, o la borrachera ya hizo su trabajo.

   Me quité la ropa y me puse un polo que encontré encima de un silla. No sabía si era de Lena o mía, no me importaba. Solo quería echarme en la cama y dormir.

   No entiendo lo que había sucedido, era muy raro que yo tuviera mareos. Pensé en decirle mañana a Alex lo que me estaba sucediendo. Pero... No quería crear problemas. Ella tiene su vida, no tengo que estar molestandola con mis problemas.

   Después de dar como mil vueltas en la cama por fin pude dormirme.

   Me desperté en la mitad de la noche. Estaba transpirando, pero... ¿Qué rayos? Yo nunca transpiro. Me sentí un poco mareada cuando me levanté.

   Camine hasta el espejo y me asusté al    ver que mis ojos estaban completamente negros. No sólo la pupila estaba negra, prácticamente todo el ojo.

   Me miré de más cerca y me tambalee un poco al sentir otro mareo. Miré a Lena y ella seguía durmiendo.

   Salí del cuarto y no se por qué. Pero sentía que ya no controlaba mi cuerpo al %100. Caminé hasta el cuarto de los niños.

   Al abrir la puerta, vi que los dos estaban durmiendo. Cada uno en su cama.

   Me acerqué a Karl y me agaché para verlo mejor. Sentía que quería matarlo, miles de maneras de acabar con su vida vinieron a mi mente.

  —Kara?— Escuché que alguien dijo. Todos estos pensamientos desaparecieron. Sentí otro mareo y parpadee varias veces.

  —Lena ¿Qué haces despierta?— Le pregunté mientras volteaba.

  —La pregunta es ¿Tú que haces despiertas?

  —Ah, solo quería ver que los niños ya se habían dormido. Sabes que estos son muy traviesos.

  —Sí, me recuerdan mucho a ti— Dijo mientras se acercaba, así solo quedando a centímetros de mi rostro— ¿Estás... Estás sudando?

  —¿Qué? No

  —¿Oye estas bien? Tu nunca transpiras.

  —Lena estoy bien. No lo sé, tal vez se me movieron algunas neuronas en la pelea de la mañana— Dije mientras reía un poco. Ella se rió y se fue. Yo vi a Karl y luego a Alexandra. Ya no tenía esos pensamientos malignos.

  —¿Vienes o te vas a quedar ahí a filosofar sobre la vida?— Dijo Lena mientras asomaba la cabeza. Mire a los niños otra vez y voltee con una sonrisa. Caminé hasta la puerta y al salir Lena la cerró.