Fuga

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Sentado en la oscuridad, no puedo olvidar 
Incluso ahora, me doy cuenta del tiempo que nunca tendré 
Otra historia de las Amargas Píldoras del Destino 
Otra vez no puedo volver atrás 

Pero me pediste que te amé y lo hice 
Vendí mis emociones por un contrato de compromiso 
Y cuando conseguí escapar, sólo llegué hasta aquí 
Mi otro yo está muerto 
Escucho su voz dentro de mi cabeza 
 
Nunca estuvimos vivos 

Y no naceremos de nuevo 
Pero nunca sobreviviré 
Con Recuerdos Muertos en mi corazón 

......

Su mente estaba destrozada. De hecho, todo su cerebro parecía a verse fundido como una masa gelatinosa.

La furia que recorría sus venas era fácilmente comparada con la lava volcánica. Sentía que perdía la noción de la realidad, la cordura.

Su compañero de celda, al verlo en ése estado cuando seis de los guardias lo metieron a la fuerza, decidió salir huyendo. De lo contrario seria con él con quien se desquitará.

Reclinado en el suelo en un rincón entre todo el caos, sujetaba con fuerza su cráneo.

¡Todo tenia que ser una jodida mentira de Amará! ¡Mentiras!

Temblando tomó sus puños y los llevó hasta sus labios, reteniendo una exaltación de frustración. Reteniendo las lágrimas de furia. De odio.

Uno que estaba creciendo en su pecho como un tumor cancerígeno.

¿Tan fácil era burlarse de él? ¿Tan fácil se había convertido en un maldito bufón?

Golpeó el muro provocando cuarteaduras en el macizo concreto.

¿Era a caso esto a lo que le llaman karma? Un castigo por parte de la diosa por toda su estupidez Por cada error cometido. Pero... ¡por que ella! ¡Por que ese maldito ambicioso la eligió a ella! ¡Lo único bueno en su podrida vida! El sentido de aguantar en en ese hoyo.

Arrancó las lágrimas de sus párpados con agresividad. Se levantó del suelo y con grandes zancadas subió a las celdas superiores. Cada uno de los reos se quitaban de su camino o él mismo los movía. Los demás lo miraban como si el mismo diablo estuviera pasando por su alrededor.

Llegó a una de las tantas celdas, ambos hombres, uno rasurandose y otro leyendo en la cama de arriba, levantaron la mirada cuando lo vieron abrir las rejas.

Hérmes los miró con una forma indescifrable de inercia y enfadó.

—Cuenten conmigo. Para lo que sea que estén planeando.

La Pequeña Del Alpha © #Lunaroos2020 #BeautyWordsBSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora