6: Anuncios.

371 24 0
                                    

-Sí claro -dijo mamá ya arriba del auto.

-Mamá por favor... no sigas -suplique.

-De acuerdo.

-Gracias -respondí sarcásticamente.

-¿Y cómo te llamas muchacho? -pregunto mi mamá a Drake.

-Drake señora, mucho gusto.

-El gusto es mío -respondió mamá-. De qué te quejas Maureen, si el chico que me dijiste, habías dicho que se llama Derek, ¿no? -me pregunto.

-¡Mamá! -tape mi cara con mi mano, de verdad me avergonzaba.

-Sí, ¡eh! ¿De qué te quejas? -recalco Drake riendo.

-Cállate -lo amenace, más roja que un maldito jitomate.

-¿Qué pasa? -pregunto mamá.

-¿Podemos hablar de esto luego, mamá? -respondí con otra pregunta.

-Mmm... está bien.

-¡Gracias! -grite.

-¿Y a qué te dedicas Drake? -le pregunto de nuevo mamá.

-Tengo una banda.

-¡Ah! Muy bien. Entonces no te conviene Maureen -me susurro.

-¡Mamá, ya! -le dije y Drake sólo se empezó a reír.

Para amenizar el mal momento Drake puso un poco de música y justamente en ese momento sonó una de sus canciones, que ni siquiera sabía cómo se llamaba, pero tenía mucho ritmo.

-Esa banda toca muy bien, tienen un sonido estilo Beatles -comento mamá.

-De hecho es mí banda -respondió Drake.

-¿En serio? -pregunto muy sorprendida mi mamá.

-Así es señora -sonrió.

-Entonces retiro lo dicho, Drake.

-No se preocupe -rio.

El tiempo se hizo menos con la música. Mamá ya no dijo nada y sólo se propuso escuchar, de hecho nadie más decía nada. Llegamos a casa y Drake ayudo a bajar las maletas del auto, pero ya no quiso quedarse más y aunque así lo hubiese querido... no podía, el trabajo le llamaba. Así que sólo nos quedamos en la casa mamá y yo.

-¿Qué tal estuvo el viaje? -le pregunte.

-Bien, cansado... pero bien.

-¡Qué bueno! ¿Quieres comer algo? -cuestione de nueva cuenta.

-Claro -acepto-. ¿Por qué ya no se quedo tú amigo?

-Tiene que trabajar, mamá.

-Amm...

Se quedo pensado o tal vez analizando la manera de cómo preguntarme más sobre él. Y de verdad deseaba que no lo hiciera, pero ya la conozco no podría quedarse callada y entonces, lo hizo.

-¿Te gusta? -pregunto se sopetón.

-¿Eh? -dije sin entender.

-Sabes de lo que hablo -y me señalo con su dedo.

-No sé... tal vez -respondí nerviosa... era evidente.

-Tomaré eso como un "sí".

-¡Ash! -bufé- ¿Pues para que ocultarlo? Es más claro que el agua.

-Lo mismo digo yo -afirmó.

-Pues sí, sí me gusta. Pero creo que yo a él no, ¿contenta?

-No. ¿Por qué piensas eso?

-Porque no demuestra nada.

-¿Y qué tal que piensa lo mismo que tú? O sea, le gustas... pero creo que él a ti no.

-No creo. Es demasiado inteligente, como para no darse cuenta.

-Pues todo puede suceder.

-¿Y cómo está la tía, Mary? -pregunte para cambiar el tema.

-Bien. Te manda saludos.

-Gracias -sonreí.

Y de nuevo la plática había terminado. Sí seguía hablando de eso con ella, sería un cuento sin final, le serví de comer y yo también, estuvimos comiendo en silencio.

Una semana pasó rápido y durante ella no vi a Drake para nada. Mamá me había convencido de viajar con ella una semana... para que estuviéramos juntas y visitar a mi tía. Yo no tenía nada más que hacer, entonces acepte, un día antes de partir... me quede der ver con Drake en un café para contarle.

-Lamento llegar tarde -le dije saludándolo, mientras me acercaba a la mesa donde estaba y él se levantaba.

-Descuida, no hay problema.

-Había un tráfico, ¡horrible! -dije agobiada y sentándonos.

-Me imagino. Siento que estos días han sido de locos.

-Sí, un poco. ¿Y cómo has estado? -pregunte.

-Bien... con demasiado trabajo, pero bien, gracias. ¿Tú?

-De maravilla, con mamá.

-Eso es bueno. Lamento no haberte llamado -se disculpo.

-Descuida. ¿Ya ordenaste?

-No, estaba esperándote.

-Bueno... pues hagámoslo, la verdad es que muero de hambre.

-¿Tú? ¿De verdad? -pregunto asombrado.

-Sí -reí.

-Eso es raro.

-Lo sé... tal vez quiera engordar un poco -me encogí de hombros.

-¡Eso sí me sorprende! -comenzó a reír.

Él llamo al mesero y comenzamos a ordenar. Más tarde nos llevo la comida, yo no espere ni un momento más para probarla.

-¿Y qué es eso tan importante, qué tienes que decirme?

-Bueno -le di una mordida a mi emparedado-. Me voy de vacaciones improvisadas.

-¿¡Qué!? -y me escupió todo el café que había acumulado en su boca, después del sorbo que dio.

You're The One. | Drake BellWhere stories live. Discover now