26. Mejores Noticias

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Estaba con Rosa en la habitación de Henry, aún no despertaba, temblaba de fiebre. Rosa bajó para ayudar a los demás con las cosas, me acerqué a Hen para pedirle perdón y decirle gracias, por su gesto de defenderme; le di fuerzas para poder despertarlo, lo besé como si fuera el último beso. Sus labios estaban fríos, se encontraba pálido; su pulso estaba bien, por lo menos me daba esperanzas de que podría despertar. Caminé hacia la puerta para abrirla y escuché un sollozo de él, salía de su boca diciendo mi nombre, lo besé, un largo, profundo e intenso beso.

—Hermosa hoy arriesgué la vida por vos pero es poco a lo que estoy dispuesto a hacer.

—Henry, lo siento por todas las cosas...

—Shhh... Te perdono Tess, te amo.

—Si sos buena persona, no cualquiera arriesga su vida para salvar a otra —dije segura.

Llamé a Rosa para que cuidara a Henry. Ella parecía como su segunda mamá, se encontraba muy preocupada.

Fui hacia el palacio de Marí, advirtió que lo que había hecho era una locura pero que estaba de acuerdo. Estaba orgullosa por defender con uñas y dientes a los que más quería. Era lo que me daba fuerzas para seguir día a día, el apoyo de toda la gente que amaba. María parecía estar contenta de no haber hecho lo mismo que ella había hecho con mi padre, de amarse pero dejarse por protección de los dos; María me comentó que mi papá, Federico, sabía todo pero que no había dicho nada para no preocuparme.

Diana se encontraba en el castillo, lo cual era demasiado raro, noté que Diana no estaba como hada en el castillo, ¿qué clase de criatura era? era un ángel blanco, el hecho de pensar que había muerto me dio cierta tristeza pero me dio orgullo saber que había pasado la prueba.

—¿Cómo fue que... —apoyando mi mano sobre su brazo.

—Una nena estaba de la mano con wu mamá, mirando una vidriera cuando un camión se aproximaba, corrí lo más rápido posible. La madre y la niña se salvaron pero a cambio morí.

—¿Cuál fue tu prueba?

—Esa fue mi prueba.

—No lo entiendo.

—Algunos tienen la oportunidad de elegir a qué lugar ir, otros ya estan destinados —dijo María.

Zac apareció, María nos dejó para hablar los tres juntos. Diana y Zac querían decirme algo importante, tenían cara de serios pero la noticia fue muy linda; ellos eran novios y no sabían cómo iba a reaccionar, estaban pensando la manera de decirme, llevaban 5 días juntos. Me ponía muy feliz por ellos, mi mejores amigos juntos, era muy buena noticia.

Parecía todo un sueño Henry no se había casado, mamá estaba de acuerdo conmigo, papá sabía que era su hija, mis mejores amigos juntos, y ahora me iba a vivir con Henry a un departamento cerca de la casa de Diana. Fui a la casa en la Tierra, agarré una maleta con ropa que más usaba y usé mis poderes para aparecer junto a mi esposo que se encontraba en el jardín del castillo de la oscuridad. Se encontraban Des, Henry y Federico, corrí a abrazar a Federico que me recibió con sus brazos abiertos. Federico nos dio la bendición, estaba muy sorprendida por ese gesto pero me gustó. Vi a Des que se escondía entre los arbustos. Henry y Federico se quedaron hablando y yo seguí a Des para ver lo que hacía, pude oír una conversación con Pamela, sobre que iban a conquistar a los ángeles de la oscuridad para poder vencer a Henry, Federico y todos los ángeles de la paz. Su plan comenzaba por mi, no entendía muy bien lo que decía, cuando supiera bien lo que iban a hacer, iba a decirle todo a Hen, solo debía esperar.

Fuimos a conocer a la madre de Henry, parecía una hermosa mujer, de pelo castaño, su nombre era Anne también se encontraba Gemma, la hermana mayor de Henry, pero no se acordaba nada de mi, aunque yo me acordaba de ella. Tocamos el timbre, nos abrió Gemma, muy alegre y sonriente con un álbum de fotos en la mano. Anne nos saludó a los dos con un beso fuerte. Henry caminó hacia la cocina y yo me quedé mirando el álbum con su hermana y madre, las fotos eran muy lindas. Henry de bebé era muy lindo con sus rulitos; después aparecieron varias fotos graciosas vestido de Papá Noel; una foto que había en particular, me causó mucha gracia. Henry se encontraba con un vestido amarillo, maquillaje por toda la cara y unos tacos altos que hacían destacarle sus hermosas piernas.

—Que tierno estás en esta foto —dije al unísono junto con su madre. Todas comenzamos a reir, menos Henry.

—Se supone que soy un chico no puedo ser tierno

—Me encanta su pareja —dijo Gemma.

—Ma nos vamos a mudar a un departamento —comentó Hen.

—¡Felicidades! Espero que sean muy felices.

Nos quedamos a comer un rato hasta terminar todo, nos despedimos, muy satisfechos y contentos por cómo les había caído la noticia. Los nervios se me habían ido, estaba muy feliz junto con mi chico, en un parpadear de ojos aparecimos en el departamento. Dijo que cerrara los ojos pero cuando los abrí, ya no estaba.

La Guerra de Ángeles ©✔Where stories live. Discover now