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Fue cuestion de días para que mi padre se enterará que la primera sangre ya me había llegado, una parte de mi estaba sorprendida por la lealtad de todos sus vasallos y de como él tenía ojos y oídos en todo inverlandia pero la otra parte de mi ya lo veía venir.

A mi padre le tomo unos días en gritarle a todo poniente que su única hija estaba dispuesta para casarse, nunca en mi vida me había sentido tan humillada. Era una mercancía en medio de un gran mercado y sin darme cuenta cada día me fui sintiendo de lo peor. Parecía que nadie escuchaba, que nadie entendía, que yo solo era algo insignificante y eso me molestaba y me hacía hervir la sangre en cólera por la impotencia de no poder controlar mi propia vida.

Una semana después de que que mi padre y sus vasallos enviaran los cuervos a todos mis futuros pretendientes llegó uno directo de Bastión de Tormentas, solo recuerdo que en la cena me dieron la noticia de que ya estaba prometida al gran Robert Baratheon o como yo lo conocía el mejor amigo de mi hermano Ned.

Todo fue planeado, todo fue estrategia, todo fue una maniobra de mi padre con el afán de poseer tierras en el sur, yo lo sabía y no importó cuanto proteste nadie pareció escucharme.


- Yo no sé por qué sufres lyanna creo que eres de las chicas mas afortunadas por casarte con semejante hombre- Benjen hablo mirándome fijamente.

Me hice la tonta y no lo miré, solo seguí viendo al pequeño lago que estaba enfrente de nosotros.

Robert Baratheon era un hombre asquerosamente hermoso. Era ese tipo de hombre digno de mirar cueste lo que cueste y era un gran placer verlo. Alto, guapo, atlético y futuro heredero de Bastión de Tormentas. A su corta edad de 19 años todas esas cualidades hacían de Robert un gran candidato para un futuro esposo, pero no todo lo que brilla es oro el único problema era su inestabilidad. Los rumores corrían como pólvora en poniente y no era gran noticia la promiscuidad que Robert tenía.

-Es un mujeriego- dije entre dientes a mi hermano pequeño tratando de no explotar y decir algo que no debia.

Benjen me hizo mirarlo y con su otra mano acarició mi brazo.

-puede que sea pequeño pero no soy estupido lyanna.

Las palabras de benjen me dejaron sorprendida pues nunca lo había escuchado hablar así.

- yo sé que no es justo que papá te trate como una moneda de cambio y aunque no lo creas a Ned, Brandon y a mí nos molesta demasiado. Eres mi hermana y quiero que estés lo mejor posible- dijo soltando un suspiro- puede que aún no lo veas pero Robert está enamorado de ti.

-¡oh por dios benjen! el solo me ha visto cuatro veces en su vida- solté un chillido irritada- el solo me quiere por esto- dije y apunte a mi rostro.

- Eres más que un rostro hermoso lyanna.

Mire a mi hermano y no pude evitar sentir un nudo en la garganta.

- Sabes aveces quisiera que la gente me viera y no se enfocará en mi estúpida belleza. Tengo mucho más que ofrecer- exclamé un poco alto.

Benjen no dijo nada y nos quedamos en un pequeño silencio. No supe cuánto tiempo estuvimos así pero después lo rompió avisándome que debíamos volver.

- Vamos lya que tú prometido aguarda- dijo mientras se trepaba a su caballo.

- Cállate benjen- exclame más tranquila y así juntos cabalgamos de regreso al castillo.

...

La música inundaba mis oídos mientras veía a las personas reír, bailar y divertirse. Mi padre había organizado un banquete en honor a mí y mi futuro esposo el cual no había tenido el placer de conocer. Me encontraba acompañada de mis doncellas mientras interactuaba con algunos de los Señores más importantes del norte hasta que me cansé y me dio hambre.

Estaba tranquilamente sentada esperando a que una de mis doncellas me trajera mi cena cuando unas fuertes manos me taparon los ojos.

-brandon quítate no estoy de humor- dije sin siquiera mover un músculo.

- esperaba otro tipo de bienvenida hermana.

Esa voz me dejó muda y en un segundo me paré y me voltee para ver a mi más querido hermano.

-¡dios ned!- chille emocionada y me aventé a sus brazos.

Ned soltó una sonora carcajada mientras me abrazaba con más fuerza.

-te extrañé Ned- susurré aferrada a su cuello-no vuelvas a irte a Nido de Águilas por favor. Me haces falta Brandon no hace más que molestarme y benjen no es capaz de seguirme el paso.

-oh lyanna no sabes cuánto te extrañe- me dijo divertido debido a lo que le acababa de decir.

Estaba emocionada y feliz de ver a mi hermano que me olvidé de todo por unos minutos, no fue hasta que mi padre llegó a interrumpirnos que caí en la realidad.

-Mi pequeña quiero presentarte a tu prometido- esas simples palabras lograron asustarme a tal grado que no me moví. Mi cuerpo se congelo y solo observe como mi padre llamaba a alguien que estaba del otro lado del salón.

- Ned..- susurré mientras él pánico tomaba control de mi cuerpo.

Ned no dijo nada más y me mantuvo sujeta de la cintura tratando de tranquilizarme mientras veíamos como mi prometido se abría camino entre la multitud.


De todas las reacciones posibles que había pensado que tendría en este momento definitivamente la que se estaba manifestando en mi no era la que yo pensaba tener. Robert caminaba hacia nosotros a paso firme y mirándome fijamente, no se en que momento deje de respirar ni mucho menos en que momento empecé a sentir mi corazón latir desenfrenado.

- Mi pequeña Lyanna- habló Papá cuando Robert llego a nosotros- permiteme presentarte a tu futuro esposo, Robert Baratheon.

- Mi señora- la ronca voz de robert hizo que mis piernas flaqueran y lo mire como estúpida sin saber que hacer.

-Ya la perdimos - la burlona voz de brandon hizo eco en mi cabeza ¿en que momento llegó? No lo supe pero las risas que mis hermanos, padre y él mismo robert soltaron a causa de tal comentario me hicieron entrar en razón.

- Un placer mi señor- dije con voz segura extendiendo mi mano hacia Robert.

Los intensos ojos azules de Robert brillaron ante mi saludo y con una delicadeza que me pareció extraña viniendo de un hombre como el tomó mi mano y depósito un beso en él dorso de está. En ese momento no supe que hacer, su beso me aceleró él pulso y estoy segura que logró teñir de rojo mis mejillas.

Aun cuando veia a Robert era consiente de la mirada aprobatoria de mi padre y las miradas de burla de mis hermanos pero aun así en él fondo de mi cabeza una vocecita me regañaba ante lo que estaba haciendo y las reacciones junto con los sentimientos nuevos que él heredero a Bastión de tormentas causó en mi.

...

¡Hola mis amores! 💜
No sé que pasó pero se borró él final de este capitulo y hasta ahorita me di cuenta.
Les pido una disculpa por no estar al pendiente pero ya lo completé.
Si ya lo leyeron se darán cuenta que cambio un poco pero la idea en si sigue igual.
En la noche planeo actualizar él nuevo capitulo.
Esperenlo 👌😘❤

A Song Of Ice And Fire | Rhaegar&LyannaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora