Acepto

Más que un maestro

La primera vez que lo vi me llevé un espanto. Tan solo con su mirada imponente e intimidante, su tez verde y su gran altura eran suficientes para hacerme temblar. Yo no era más que un simple mocoso, así como él solía llamarme: un quisquilloso, mimado y llorón. Sin embargo, la gran cantidad de apodos que usaba para llamarme desaparecieron, convirtiéndose en un afecto que lentamente crecía en su corazón. ¿Quién diría que el señor Piccolo algún día me salvaría la vida? Pensé sosegado, sin importar que Piccolo hubiera muerto a manos de los saiyajin. Después de todo sabía que lo reviviremos con las esferas del dragón, volvería a verlo y podría estar más tiempo con él. Eso sí que era maravilloso, pero el proceso se volvería una completa tortura. ¡Maldito Freezer!

Creí que nunca volvería a ver a ese maldito monstruo. Para colmo, todo volvió a repetirse. Sigo siendo un simple niño débil. Por culpa mía, por mi falta de entrenamiento, el señor Piccolo volvió a yacer asesinado por Freezer en el suelo. ¿Por qué mi poder total tiende a aparecer demasiado tarde? No lo sé, pero eso me enfureció más, sumando la fatídica muerte de mi maestro.

(...)

—Señor Piccolo. Lamento mucho lo que paso; yo...

—Está bien, Gohan —sonrió—. ¿Deseas volver a entrenar?

—Sera un honor...

Fin