6. Día 3. Cada vez menos números.

4.6K 378 29
                                    

Camino por la calle a paso lento, bastante tranquilo. Es miércoles en la mañana. Paso por tiendas y más tiendas buscando un regalo perfecto, todas las tiendas contienen lo mismo y ninguna me llama la atención. ninguna es tan espacial para ella. Mirando las tiendas escolares con uniformes y todas esas cosas que mi escuela no me pide -gracias a dios- recuerdo que voy atrasado al colegio y que el timbre sonó hace bastante tiempo avisando la entrada, levanto los hombros indiferente, mi mamá no se molestaría si la llaman de dirección de que su preciado, traumado y rudo hijo llegó atrasado, ni siquiera yo estoy preocupado, ella no debe estarlo. me dejó completamente solo ayer y que me pierda las primeras dos horas no le afecta a nadie.

Miro mi mano derecha y encamino mi cigarro a la comisura de mis labios para calarlo desesperadamente. Necesitaba esto. Tiro el humo levantando la mirada al cielo y veo las nubes pasar llevándose de paso mi humo, mi cuerpo se destensa y vuelvo a mí caminar mirando cada tienda.

Después de unos largos minutos encuentro una dulcería y me imagino su cara de felicidad. Coloco una mano encima del vidrio mirando los dulces en cantidades variadas y chupo cada vez más rápido, casi ahogándome con el cigarro. toso desesperado y  lo boto al suelo, lo piso rápidamente y entro a la tienda.  Una campanita suene dando aviso a mi entrada molestándome. No sé por qué soy tachado de rudo, soy adorable. Estoy entrando a una tienda de dulces. Soy como un bizcochuelo, cómanme.

En mi camisa de cuadros rojo con azul saco la lista para ver cuántos puntos me faltan, sólo cuatro que tienen cosas agregadas de más. Estoy bastante orgulloso y con la cabeza en alto coloco la lista dentro del bolsillo de la camisa para aproximarme a la señorita que está atendiendo. Se achica en su lugar en el momento que llego y apoyo mis dos manos contra la mesada creando un eco en el lugar. su cabellera café se mueve creando una cortina y su cuerpo se exalta.

-Necesito una bolsa llena de chocolates de todo tipo, ahora –creo que lo dije un poco frío porque la señorita corrió a buscarme los chocolates y pesarlos en una balanza antes de que pueda o se me ocurra pestañear.  Hago una mueca desconforme sacando mis manos de la mesada lentamente con miedo de hacer movimientos incorrectos.

Algunas veces ni cuenta me doy, me meto bastante en el papel. comenzaré a tomarme en serio eso de querer ser actor.

Con manos temblorosas me los entrega en una bolsita blanca, meto mi mano dentro de mi pantalón con movimientos lentos y se los pago, le mando una mirada de arrepentimiento y salgo de la tienda escuchando de nuevo la estúpida campanita.  Todavía caminando sin gente a mi alrededor por ser muy temprano, encuentro una joyería bastante bonita con muchos artilugios muy brillantes que llaman mi atención y son para una niña bonita como lo es Hayley.

Un objeto bonito, para alguien igual de bonita. Sonrío como bobo antes de entrar. Suspiro.

Entro en ella con un gesto de impresión por la cantidad de diamantes que me rodean. poso mi mirada en el viejo que estaba tras la caja registradora por escuchar un ruido extraño,  en un rápido movimiento tembloroso levanta una pistola cargada apuntándome. Levanto los brazos y abro los ojos como platos negando muchas veces con el miedo recorriendo mis venas. podría morir y todavía no le he dicho que la amo. por qué, por qué, por qué. No sé evadir una bala y no tengo nada con qué defenderme. Mis movimientos ninjas todavía no son perfectos. Bufo en mi interior y me reprimo a mi mismo por ser un inservible sin capacidad de poder evadir una bala. ella estaría decepcionada.

Lista de 10 pasosWhere stories live. Discover now