10. Punto nueve.

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(Jack escuchó nuestras plegarias, aquí está el último capitulo, disfrútenlo)

Miro fijamente a mi novia la cual también me mira esperando cualquier movimiento en falso. Cualquiera puede dar el movimiento solo que el preciso es el que define quien se lleva todo. mis manos sudan por el nerviosismo. su mirada cambia cada tiempo de personalidad, de enojada a frustrada, de risa a una burlona... burlándose de mí.

Ese movimiento define si el sexo femenino gana o el sexo masculino macho como yo se lleva todo. Represento a todos los hombres en estos momentos.

Me muevo incómodo de mi pose indio y la miro achicando los ojos, ella sonríe burlona sacando su lengua unos centímetros conteniendo su risa y viendo que se desconcentra en un punto de mis ojos, ataco.

-¡Gané! -grité segundos - de procesar mi victoria- después de golpear una de sus manos.

Jugar a las manitas calientes es el deporte más extremo que he hecho en estos últimos cinco meses. Íbamos tres a tres -ella iba ganando al principio sólo porque la dejaba ganar por compasión de géneros, pero las cosas se comenzaron a poner interesantes cuando decidimos apostar- pero gracias a esta jugada pude pegarle en una de sus dos manos y ganar. Soy un ganador. Un precioso ganador.

Me levanto de su cama y empiezo a hacer el baile de la victoria. Muevo mis manos en círculos sobre mi cabeza haciendo leves sonidos con mi boca -Uh-uh- Así sucesivamente, luego del terminar el baile de la victoria y hacer reír más a mi novia, empiezo a hacer movimientos para adelante y atrás con mi cadera formando una leve O con mi boca. Dándole un doble sentido en mi mente.

-Eres tan ridículo. -se carcajea para después cambiar su semblante serio. mi rostro se confunde y decido seguir bailando sin importar por qué se enojó. ya me he acostumbrado.

Mi novia agarra las orillas de su camisa y sorpresivamente se la quita por la cabeza. Dejo de moverme para mirarla fijamente unos metros más lejos de ella -creo que ahora sí me importa- Deseoso de moverme, mis piernas hacen un vaivén inquietas y mis dedos se enredan entre ellas. Sé que todo puede ser un movimiento en falso pero lo único que quiero es aproximarme hacia ella.

-Podríamos terminar tu lista. -agrega segundos después notando que me quedé hipnotizado por sus pechos que no pensé que serían tan grandes. Son perfectos. Perfectos para mí. y perfectamente grandes... al final y al cabo, ya quedó claro que me gustaron.

-Ya la terminé. -le susurro mirando su rostro que está neutral con su cabello rubio sobre sus pechos y sus ojos cafés que tienen un brillo inusual.

¿Cómo se puede estar neutral en un momento así? Mi amigo ya reaccionó dejándome solo y ella sólo está ahí, dejándome ver sus pechos. ¡IMPOSIBLE ESTAR NEUTRAL! ¡IMPOSIBLE! ¡JODER!

-Te falta el punto nueve. -saca la lista de entre sus pechos moviendo su sujetador rosado provocando un gemido de mi parte. Preciosos. sumamente preciosos. oh jodidas hormonas. contrólense.

Me entrega la lista con una sonrisa divertida en su boca por mi gemido loco que no pude controlar. La agarro con manos temblorosas y empiezo a leer.

"9) Intentar quitarle la virginidad (ésta es de puro caliente, pero la tomaré muy en cuenta) eres un caliente pero también la tomaré en cuenta."

La miro fijamente, veo como me guiña un ojo para recostar su preciado cuerpo contra el acolchado de su cama, levanta los brazos y los pone estiradas sobre su cabeza. Corro a la puerta reaccionando en el momento. -a la mierda la apuesta- La cierro con llave y me pongo frente a ella apreciando su preciado cuerpo el cual vi el primer día, solo que estaba cubierto y era más pequeño, pero estaba deseoso de él. En estos momentos no puedo pensar con la cabeza y la muevo quitando las imágenes descriptivas de lo que podríamos hacer. De lo que podría hacerle.

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