Whatsapp; [Yoongi and you]

FINAL.

"YoonGi: Me gustas."

— Salgamos de aquí — me dijo aquella voz, la cuál pude reconocerla. YoonGi.

Nos subimos a un auto, que supuse que era e suyo, no me importaba a dónde íbamos, pero durante todo el camino no había dicho nada ni una palabra.

— Ya detente— dije algo enojada— ¿Estás jugando conmigo otra vez?

Vi que YoonGi suspiro y siguió conduciendo, sin darme respuesta alguna.

— ¡Qué te detengas! — fui más seria esta vez, pero el seguía ignorándome.

¿Y sí le mando un mensaje? ¿Lo ignorará?, saqué mi teléfono y le mandé el mensaje.

Tú: Ya deja de jugar conmigo, ¿no te da pena? ni siquiera sé a dónde me llevas.

él ni siquiera se digno a ver quién le mandó el mensaje.

—Sé que fuiste tú— dijo deteniendo el carro, en medio de la nada.

— ¡Esto es un secuestro, llamaré a la policía! — estaba histérica.

— ¿Vas a llamarla? ¿No te gusto? — sonrío — Esta no era la forma en la cuál me iba a confesar.

— He estado mal por tu culpa.

— Y lo siento, sé que fui un tonto.

— ¿Por qué ese día dijiste que no te gustaba, y ahora esto — abrí el mensaje que me mandó y le mostré aquel "Me gustas" — ¿Qué dices ahora? tan de repente cambiaste de opinión.

— No — dijo serio.

— No, ¿qué?

—No me gustas.

No pude evitar enojarme más, que clase de persona era esta.

— ¿Ves? ¿Estás escuchándote?

Cuándo sentí su mano agarrar fuertemente la mía.

— Es más que un simple "me gustas"— me miró directamente a los ojos— es más que un simple mensaje— nuestros rostros se acercaron un poco— Yo te amo.

Inmediatamente sentí mi corazón palpitar.

— No te creo.

— ¿No me crees? — YoonGi hizo una maniobra para pasarse de su asiento a mí asiento y estar encima mío.

— ¿Qué estás haciendo?

YoonGi sonrió y respondió finalmente.

— Esto — me besó tan profundamente que él asiento del coche se reclinó. Me estaba rehusando a que siguiera con su beso, pero él me agarró de las manos para que dejara de alejarlo, cuándo me relajé y sólo me digné a sentir sus besos desesperados.

Sentí que bajaba por la zona de mi cuello, mientras trataba de deshacerse de mi abrigo, el cuál lo tiro por alguna zona del coche, sentí que su mano se deslizaba tocando mi abdomen por encima de aquel pijama que traía.

— Te amo. — susurró entre el beso.

— No te creo— dije mientras sentía que otra vez sus labios bajaban por mi cuello, se deshizo de la blusa, y repartió besos en mi abdomen.

— Basta YoonGi, ya tuve suficiente—Dije mientras agarraba  su cabello, aquellos besos me estaban succionando tanto la piel.

— Te amo mucho—  siguió repartiendo  besos por todo mi abdomen. No lo soportaba más, estaba decidida a hacer algo que jamás había experimentado en mi vida y le saqué el abrigo que llevaba.

Ambos nos detuvimos por un rato y nos miramos.

— Entonces... por que lo negaste otra vez hace un rato. Dices que me amas, pero lo niegas después.

— Tenía miedo, pero eres mi ángel.  

Sentí sus labios en mi boca otra vez, besos tan lentos pero a la vez desesperados, seguí su ritmo, mientras el me agarraba de las caderas deslizando sus manos de arriba hacía abajo.

Sentí cómo se deshacía  de mi sujetador, no quería dejarlo caer, sentía un miedo terrible, YoonGi se detuvo un rato y me miro. 

  — ¿Te pasa algo? 

 — Tengo miedo...

YoonGi rió, y esta vez si me quitó el sujetador tirándolo por alguna parte de su automóvil. 

  — Cuándo yo este contigo, jamás de los jamases tengas miedo. Yo te protejo, yo te amo.  

Sus labios rozaban cada parte de mi cuerpo y esto se estaba poniendo tan intenso que mi cuerpo empezó a sentir un montón de cosas que jamás en la vida había experimentado. Le saqué la camisa y el se apego más a mí, buscando mis labios, deseando seguir con jugando con nuestras lenguas. 

  — Y todo esto pasó por un mensaje... —  dije en el beso, ambos sonreímos, recordé el primer mensaje, y la verdad durante este lapso de tiempo YoonGi me enseñó muchas cosas. 

Dejé de ser la niña tan consentida de antes, aprendí a valorar más a quienes están a mi lado, descubrí a los amigos de Jin. quienes eran tan geniales, y sobre todo aprendí a amar. 

  — Te amo —  dicho esto finalmente me decidí.— Vamos _____, di que me amas, dilo. 

Su respiración estaba acelerada, mis dedos enredados a su cabello. Todo era perfecto en esos minutos.  

  — Yo te amo más — le dije finalmente  pegando nuestras narices. y otra vez la sonrisa de él presente. 

Se deshizo de mis pantalones y yo de los suyos, estábamos a la par cómo una pareja que enverad se quería, y que amaba ser justo uno con el otro. 

De lo que pase después en esta noche, sólo los 2 seríamos testigos.