Capitulo 31

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CAPITULO 31
"último día de Febrero"

-Con este frío se me congelará el trasero -dijo ella.
Reí. A penas.
- ¿Quieres entrar? -pregunté tomando de su mano.
-La luna está hermosa. Tal vez en un rato -besé su mejía -, ¿Tú quieres entrar ya?
-No, podemos quedarnos más tiempo.
Las manos me dolían, los labios se me resecaban y el dolor de cabeza me estaba matando. Pero ella era todo, todo para mí.
-Eres un Sol, _________ -besé la comisura de sus labios y ella me miró sonriente.
-Tú Sol -me dijo.
-Mí Sol -repetí. Ella rio, y yo sentí un alivio dentro de mí.
-Minnie Sol ¬¬¬__________.
-Styles -adherí.
-Minnie Sol __________ Styles -ambos sonreímos.
-Amo como suena.
-Bésame -pidió.
Me acerqué a ella luego de adjuntarla a mí con un leve jalón en el cuello, y jugué un tiempo con su nariz y sus labios.
Veía el contorno de sus labios. El color de sus ojos bajo la luz de la luna, y su cabello. Enmarañado, pero a la perfección.
Lo sostenía con un rollo desordenado sobre la cabeza, atado con una cinta.
Se veía hermosa así. Siempre. De cualquier manera.
-Bésame, idiota -reí levemente.
Me acerqué más, y antes de besarla, sonreí. Sin que estuviera planeado, sin que lo pensara, solo... sonreí. Porque mi estrella me hacía feliz. Porque sin ella, yo no sería el Harry de entonces.
-Te amo tanto, _________ -dije entre sus labios.
Ella sonrió, al igual que yo. Y sin más decir, terminamos recostados en nuestra cama -la cual cambiamos por una matrimonial, porque Louis se hartó de vernos dormir en distintas camas -, disfrutando de la compañía mutua.
No había nada -nada -mejor que el amor correspondido.
Y tal vez suene estúpido, cursi, como quieran titularlo. Pero ella me hacía sentir como nadie.
La amaba tanto. Daría mis pulmones, me cortaría un brazo por ella.
La veía, y eso era más que suficiente para construir mi día. Besarla... madre, besarla. Besarla era tocar el cielo con las dos manos, ponerme de pie en una montaña rusa y saltar de un avión sin paracaídas. Todo en un beso.

Reía. Porque... pienso en ella. Pienso en ¿Cómo demonios llegamos a esto? Digo, hace unos meses siquiera nos volteábamos a ver, y ahora, la han de apartar de mí y he de morir de depresión.

Uno frente al otro, acostado en la cama. Su respiración me erizaba la piel, y su contacto me hacía perder la razón.
Mariposas hijas de puta. Las odiaba. Se burlaban de mí todo el tiempo. Cuando la veía, cuando la besaba, e incluso, cuando pensaba en ella.
Era mi esposa, la quería hacer feliz y me molestaba como nadie se ha de imaginar, no poder cumplir la promesa que le hice. "Amarte hasta que la muerte nos separe".
¿Por qué la muerte me iba a apartar de algo que me hacía tan feliz, tan rápido?
Maldita e injusta muerte.

- ¡_________! -grité desde el patio.
Ella se acercó a la ventana, y me sonrió.
-No deberías estar afuera con este frío. ¿Qué haces allí? -preguntó entre risas.
-Baja. Tengo algo para ti.
La esperé, hasta que bajó con un abrigo negro hasta las rodillas y al llegar a mí, me besó.
- ¿Qué tienes para mí?
Saqué una caja de mi bolsillo, y se la entregué.
- ¿Qué es esto? -sonrió. La tomé por la cintura y le hice un ademán.
-Ábrela -posé mi barbilla en su hombro, porque empecé a marearme, y traté de respirar como me lo enseñaron en el hospital.
"Concéntrate en cosas simples" Pájaros en la rejilla, el balanceo de las ramas y el pisar de mi zapato al contacto con la grama.
"Concéntrate, Harry. Puedes hacer eso"
- ¿Qué se supone que es esto...? -me miró con una extraña sonrisa, y entonces abrí los ojos.
Veía borroso y me dolía la cabeza.
Pero lo ignoré.
-Hinnie -sonreí -, nuestro nuevo perro -abrió los ojos de par en par, y me abrazó como nunca.
Besó mi mejía y luego se deslizó a mis labios con un beso que me desgarró el alma.
Extrañaría besarla.
- ¡¿Dónde está?! ¿Dónde? -preguntó. Reí con esfuerzo, y silbé para que saliera corriendo a nuestra dirección.
Le había comprado un Shnauzer miniatura color blanco, nombrado Hinnie.
- ¡Ah! -dio un saltito al sentir que nuestra perrita saltaba para alcanzarla.
-Tómala, es nuestra -la incité.
La tomó en brazos, y Hinnie lamió su nariz.
-Euugh -emitió. Le acarició la nariz, y la dejó en el suelo -. Es perfecta, gracias -se acercó para besarme, pero yo me alejé.
-Ni se te ocurra besarme con babas de Hinnie en tu rostro -ambos reímos.
-Tú te lo pierdes -pero me arrepentí. Porque recordé que podía ser el último beso... y la besé -. ¿Por qué escogiste Hinnie? -preguntó.
La tomé por la cintura, y la acerqué a mí.
-Por nuestros apodos -ella levantó una ceja -. Hazza, y Minnie... juntos son 'Hinnie' -ella rio.
- ¡Ah! -rio -, bastante creativo.
-Lo sé -sonreí, y antes de que me respondiera, la besé.

(...)

Narra _________:
El cumpleaños de Harry estaba a unas horas de tomar lugar.
Eli y Lou me habían ayudado a prepararle una supermega fiesta, que incluía a todos sus familiares, Marie, Mitch y algunos empresarios importantes.
La mañana del día anterior a su cumpleaños, me levanté por la mañana para arreglarme e ir al trabajo. Entregaría las invitaciones para que asistieran a la celebración de mi esposo.
Bañada y a punto de cambiarme, me dirigí a Harry, quien todavía dormía plácidamente tirado en la cama con una pose algo extraña. Me asomé y antes de abrir la boca para despertarlo, como todas las mañanas, tomé su mano.
Sus uñas estaban amarillentas, sus labios morados.
Bajé a la cocina sin hacer ruido, porque Eli y Lou habían estado de fiesta la noche anterior y de seguro tenían resaca, y preparé unos bizcochos de chocolate y un té de manzana. Los favoritos de Harry.
Los llevé en una tabla hasta la habitación, y me llevé la sorpresa de que cuando llegué, Harry estaba despierto.
-Buenos días -le dije, pero él no respondió -, ¿Cómo te sientes?
-Bien -se limitó a decir.
Dejé la comida en la mesa de noche, y me senté a su lado.
- ¿Me acompañarás a la empresa hoy? -pregunté. Él negó con la cabeza y yo asentí.
Lo besé antes de irme, pero mi beso no fue correspondido. De seguro se sentía cansado.

Me subí al auto, pensando en él, y conduje calles abajo hasta la empresa.
-Jazmin -la llamé -, estas son invitaciones para la fiesta de cumpleaños que le haré a Harry mañana. ¿Puedes entregárselas a todos? -pedí.
-Sí, Señora Styles, yo me encargo -sonreí.
Tomé lugar en mi escritorio, y me puse a trabajar.

De pronto, a cierta hora del día, me sentía mareada y algo agotada. Tenía sueño y no lograba explicarme por qué.
Lo ignoré por un momento, y decidí llamar a Harry para saber cómo había seguido.
Tomé el teléfono y marqué el número de nuestra casa.
- ¿Aló?
-Sí, ¿Quién habla?
-Soy __________. ¿Está Harry allí?
-Habla él -dijo. Sonreí.
-Amor -dije -, ¿Cómo seguiste?, ¿Te has levantado ya?
-Algo así. Acabo de desayunar.
- ¿Calentaste los bizcochos?
-Sí -dijo.
- ¿Están los chicos?
-No... salieron a dar un paseo por la ciudad. Oye, mi Sol, ¿Puedes regresar a casa, por favor?
- ¿Qué necesitas?
-Te extraño -dijo.
- ¿Solo eso?
-...Eh... no me siento muy bien y... quiero que estés aquí.
- ¿Qué sientes?
-No puedo explicártelo, amor. Quiero que estés aquí, ahora.
- ¿Pasa algo más?
-Creo que ya es hora... y... tengo miedo... te necesito aquí.
Solté el teléfono, y bajé la mirada.

Mini Maratón 1/2

En busca de esposa [Harry y tu] (NO ES MÍA)Where stories live. Discover now