Capitulo 30

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CAPITULO 30

"Efectos secundarios"

-Ya no llores -pidió.

Me tomó de la mano y la apretó.

-Te he dicho que no voy a dejarte. No ahora.

-Lo lamento, Harry. No te dejaré ir hasta encontrar una puta cura. Iré a todos los hospitales de la tierra si es necesario, consultaré a todos los médicos... no importa.

-Calla, calla -puso su mano en mi nuca y besó mi frente -. Debes dejar de ser tan dramática.

-Esto parecer ser gracioso para ti.

-No lo es.

- ¿Entonces por qué lo tomas como una burla?

-No lo hago -sonrió.

-Debes dejar de sonreír cuando hablamos de esto.

-Es el ciclo de la vida, linda. Todos mueren -me alentó -. Debemos vivir con eso.

- ¿Qué haré cuando te vayas? -pregunté entre sollozos.

Un par de lágrimas se asomaron a sus ojos, y brotaron por sus mejías.

Me acurruqué en su pecho, y acaricié uno de sus botones.

-Deberás olvidarme -dijo.

- ¿Qué pasa si no quiero hacerlo? -sollocé.

-Tendrás que hacerlo. Yo ya no estaré aquí -removió el cabello que caía en mi rostro, y besó mi mano.

-No digas esas cosas. No quiero olvidarte, no voy a hacerlo.

-Piénsalo, vamos -me abrazó -. Conocerás chicos lindos, y los enamorarás con tu sonrisa.

-Harry...

-Te casarás, tendrás hijos y...

- ¡Cállate! -me puse de pie y lo miré - ¡No puedes solo irte!, ¡Esto es muy egoísta de tu parte!

-Tranquilízate, _________...

- ¿Cómo me pides que me tranquilice? -pregunté.

Me senté en la orilla de la cama, y bajé la vista. Él se acercó por atrás y me rodeó con sus brazos.

-Acuéstate conmigo hoy -pidió.

Asentí, y sus brazos me jalaron junto a él para acostarme a su lado.

Me adjunté a su pecho y traté de no llorar, porque me volvería loca de hacerlo.

-Te amo, linda -fue lo último que dijo.

(...)

Narra Harry:

Me sentía enfermo, débil, sucio y pesado. Como si no hubiera cupo en la tierra para mí. Sentía que era una carga en la vida de mi esposa, y que por mi culpa ella estaba volviéndose loca cada que mi doctor llamaba a la puerta.

Llegaba cada tarde para hacerme chequeos de sangre, pero jamás había mejoras.

Ella ya no lloraba, pero sus facciones habían cambiado por completo y sus ojos reflejaban cosas muy distintas a lo que solía ver.

Cada noche me envolvía en palabras dulces, yo le decía que la quería y que no llorara por mí. Porque solo perdería su tiempo.

Eli y Louis decidieron quedarse más tiempo en casa, porque decían que era demasiado grosero irse de la nada mientras yo... ya saben.

Layam y Neil llegaban a visitar a veces. Nos sentábamos a beber algunas cervezas, fumar unos cigarrillos y jugar una partida de pócker, o FIFA. Nos llevábamos bien, porque los tres nos preocupábamos por ella.

En busca de esposa [Harry y tu] (NO ES MÍA)Where stories live. Discover now