Capítulo 13

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•Laito•

Me senté frente a Shin con el corazón en la boca.

-Verás, Laito...- dijo, cabizbajo, acomodándose los lentes -Makoto no puede ir contigo hasta que cumpla los cinco años de edad.

-¿Q... Qué?- musité.

-Puede quedarse contigo determinados días de la semana, mas la tenencia debe ser compartida.

-Shin, la madre de Makoto lo golpea, ¿no hay manera de acelerar las cosas?

-Me temo que no. ¿Cuándo es el quinto cumpleaños de tu hijo?- inquirió, mirándome fijamente.

-El dos de junio- respondí. Él anotó la fecha.

-Estamos a treinta de marzo; tienes tres meses desde ahora para convencer a Makoto de que te elija a ti como tutor legal. En caso de que eso ocurra, podremos establecer una orden de restricción para la madre hasta que el niño cumpla la mayoría de edad.

Asentí con la cabeza.

-Gracias, primo.

-Recuerda, tú debes hacerte cargo de Makoto de domingo a miércoles al mediodía.

-Sí- musité con desgana. No me gustaba que mi niño se quedara tanto tiempo con la loca de Akane.

Regresé a casa, decaído y sin color. Caía la noche cuando llegué a mi hogar.

-¿Cómo te fue con el abogado?- preguntó mi esposo en cuanto entré a la casa. Lo miré apenas, aguantando el llanto. Pasé directamente a nuestra habitación, me senté en la cama y un par de lágrimas se deslizaron por mis mejillas.

El abrazo cálido de Subaru me reconfortó ligeramente, pero en mi cabeza seguía rondando la idea de que cada segundo que pasaba la madre de mi hijo lo lastimaba física y psicológicamente.

Sentí sus labios en mi cuello, insistiendo de manera provocativa.

-No, Subaru-kun... Hoy no... No puedo...

-Laito- ronroneó en mi oído -Déjame hacerte olvidar al mundo...

Recosté mi cabeza en su hombro, permitiendo que me acariciara a gusto. Una de sus manos se deslizó hacia mi entrepierna, mientras que la otra jugueteaba suavemente con uno de mis pezones. Se me escapó un jadeo, sentía una excitación palpitante que cada vez aumentaba más.

Fui dejándome hacer, con los ojos cerrados para enfocarme solamente en su tacto. Sentí su boca en mi miembro, sus dedos entrando despacio en mí. Me recorrió un escalofrío. Cubrí mis ojos con una mano; se sentía demasiado bien para un momento así.

Esa noche hice el amor por primera vez. Subaru me hizo entender de qué se trataba; no lo hacía por deseo, lo hacía porque me amaba y solamente porque me amaba. El pensamiento solo me hizo sentirme peor, una escoria más grande de lo que ya era.

Una vez nos separamos, me abrazó por detrás. Su calor era tan agradable... Era la temperatura perfecta, siempre lo era, pero solo en ese momento lo noté.

Unos ligeros sollozos se escaparon de mi garganta.

-¿Amor?- dijo él en tono quedo -¿Te hice daño? ¿No te gustó?

¿Desde cuándo era tan amable?

-No, no es eso- respondí, dándome la vuelta para mirarlo -Es solo que... Tengo tanto en la mente, Subaru-kun...

Me acarició el cabello. Pude ver en sus ojos que estaba preocupado, aunque no tuviera expresión alguna en el rostro.

-Tranquilo- murmuró, sonriendo por fin -Todo estará bien, todo se solucionará tarde o temprano. Tiene que hacerlo. Siempre lo hace. Confía en tu primo; sé que no lo parece, pero estoy seguro de que te quiere.

-¿De verdad?- dije, mirando con ojos llorosos hacia él.

-De verdad, mi cielo- me besó la frente y me abrazó. Apoyé mi cabeza en su pecho, para ceder poco a poco al sueño.

Inocencia y Perversión 2 [LaitoxSubaru] (YAOI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora