Capítulo 1

2.1K 22 3
                                    



«Hay recuerdos que no voy a borrar,

personas que no voy a olvidar y silencios que prefiero callar».

Fito Páez


Muchas veces quise irme hacia un lado oscuro, tener el poder de sentarme a verme morir en vida. Observar cómo mi vida se apagaba, suspiro a suspiro. Tal vez sería como aquellas películas donde el moribundo posa sus ojos en un punto y la cámara hace un plano en el que se ve cómo su flama se extingue. Si le quitas el volumen y estás acostada en tu cuarto, la imagen se vuelve lenta, exasperante. Si le pones música, todo se vuelve aterrador, intrigante y enigmático.No puede haber nada de esperanza cuando hablas de una vida que se acaba, a no ser que haya un legado. Una vida entera no puede ser recordada nisiquiera por quien la vive. Tratar de describir paso por paso todo aquello que te afecta y que te hace ser quien eres, es casi imposible. Pero cuando haces un esfuerzo y recuerdas esos momentos que te marcan, entonces todo cobra sentido.

-¿A cual cámara miro? Pregunté con nerviosismo pero segura de hacer algo no solo por mí sino por todas aquellas personas que están allí afuera sufriendo lo mismo que yo. El encargado del sonido me acomodó un micrófono de solapa me pidió que dijera algo y levantó su pulgar indicando que todo estaba perfecto. Mi mirada buscaba más apoyo y fuerza en una banca detrás de todo este montaje de luces, cámaras y micrófonos. Allí estaban Geraldine, Sebas y a su lado Santi y Vale quienes me acompañaban en este viaje.

Luis me miró con una tierna sonrisa y sus ojos estaban llenos de satisfacción, su rostro completamente iluminado.

-A ninguna, en estos tipos de documental miras al entrevistador quien no aparece en pantalla, pero cuando lo veas editado te dará la sensación que todo el tiempo le estuviste contando tu historia a un amigo. Me dijo apoyando su mano en mi hombro

Lo miré y me ví reflejada en sus ojos, había cambiado totalmente. Me había convertido en alguien que jamás pensé que pudiera llegar a ser, tal vez alguien que siempre estuvo dormida y simplemente la vida ayudó a despertar.

-Gracias, por ser tan valiente y por querer ayudarcon tu testimonio. Pablo tenía razón... Sus ojos se llenaron de lágrimas y con su voz entrecortada cerró diciendo:


¡ACCIÓN!

Titulo: Un silencio Prohibido

Escena: 10

Toma: 25

¡ACCIÓN!

Por un momento me quedé en silencio pues las ideas no llegaban a mi cabeza, aunque tenía claro lo que quería decir dudé en el ultimo minuto sobre si estaba haciendo lo correcto, entonces recordé lo que le había prometido a mis hermanos y a Pablo y simplemente comencé a contar mi historia con tanta fidelidad y detalle como si la pudiese leer de un libro.

Allí estaba yo como cada noche, atrapada entre micolchón y mis sabanas con una turbulencia de pensamientos que hacía imposibleconciliar el sueño, mi cuerpo se hallaba en una

danza interminable de posiciones tratando de encontrar el lado más comodo de la cama para entregarse en los brazos de Morfeo. Pero esa no era una noche cualquiera, fue allí, en ese momento que comencé a liberarme de los grilletes que me mantenían esclavizada a una vida que había congelado todos mis sentimientos excepto uno; el odio.

Un Silencio ProhibidoWhere stories live. Discover now