9. El bar

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-Vamos, vamos enciende. Le decía a mi laptop mientras me mostraba la pantalla de inicio y los iconos aparecían lentamente. Era como si el destino estuviera en contra mía estos momentos. De pronto me acorde de mi adorado móvil, podría hablarle a Niall por Whatsapp. Corrí directo hacia mi chaqueta donde posiblemente estaba mi móvil. Saque la chaqueta de mi armario, revisé todos los bolsillos y nada, ni rastro de mi móvil. Tome mi bolso, lo puse de cabeza y todo el contenido de desparramo sobre mi cama. Había labiales, mi billetera, algunas tarjetas, un envase de rímel, un empaque de pañuelos desechables, sin embargo no había rastro de mi teléfono.

¿Dónde pude haberlo dejado? Recuerda todo ____, recuerda. Decía dentro de mí, mientras me frotaba las sienes con ambas manos.

-¡Ya sé!- salí de mi habitación y corrí lo más rápido que pude hasta la sala de estar. Gracias a Dios mamá, papá y mi hermano se habían ido a cenar y no veían mi estado de desesperación. Cuando llegué a la sala, la estudie con la mirada. Hasta que finalmente vi a mi móvil en un esquina de la mesita de té.

-¡Aquí estás! Sabes que eres una parte vital para mí- le decía al móvil. Como si fuera una persona. –No quiero que lo vuelvas a hacer.

Con el móvil ya en mis manos, note que tenía varios mensajes en Whatsapp de Niall. Eran más de quince y por lo que leía, su estado de ánimo empeoraba. “Amor por favor, contesta.” “¿Mi princesa recuerdas nuestra promesa?” “Te lo suplico, estoy muy preocupado.” “____ ¿está todo bien?” “Te extraño nena, quiero oír tu voz.” “Dime si estás bien. Te lo ruego ____ por favor, contesta.”

Que pésima novia soy, soy un completo desastre… No culparía a Niall si después de esto quiere terminar conmigo. Al final, la única culpable soy yo.

Inmediatamente comencé a teclear un mensaje que decía “Duende tierno, lamento, de veras siento mucho no haberte contestado. Estoy bien, tuve un pequeño problema. Te lo contaré por Skype. Avísame si vas a conectarte. Y yo te llamo. No olvides que te AMO.”

***

Niall:

Estaba en sentado en la barra de un bar, con una botella de cerveza en mi mano izquierda. Solo sin nadie… ni un amigo cerca, nadie que pudiera apagar la tristeza y el llanto de mi corazón. ____, mi princesa había roto nuestra promesa. Ella prometió no hacerlo, pero sí lo hizo. ¿Cómo debería llamarla? ¿Mentirosa? ¿Tramposa? O desde ahora debería creer que su palabra no tiene valor. Pero no podría hacerlo aunque quisiera… La amo y todo el sentimiento que está dentro de mi corazón impide que pueda pensar en ella de otra forma. La melancolía y la soledad solo hacen que añore más su presencia, quisiera que estuviera aquí. Contándome algún chiste o diciéndome que nunca dejaría de amarme…

-¡Hey tu el rubio de la barra!- escuche gritar a alguien, me gire para ver quién me llamaba.

-¿Yo?- dije haciendo una seña con mi mano.

-Si tú, acércate- me respondió un chico que tenía una melena color castaño y vestía de negro, junto a otros dos que al igual que yo tenían una botella de cerveza en las manos. Me acerque, acerque una silla para acompañarlos.

-¿Por qué estás aquí viejo?- me pregunto uno que tenía un tatuaje de calavera en el brazo izquierdo, vestía una camiseta sin mangas, tenía escaso cabello y algo de barba.

-Porque…

-Es por una chica ¿cierto?- dijo el chico que me llamo.

-Deja que él nos diga- alego otro que tenía ambos brazos llenos de tatuajes mientras fumaba un cigarrillo.

-Ya Colin, deja interrumpir. ¿Cuál es tu nombre?- pregunto el de la calavera en el brazo.

-Niall.

Unexpected Love 2: Siempre JuntosWhere stories live. Discover now