6. El súper mercado

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Estaba en el súper mercado haciendo las compras para la semana, la lista de compras que me había entregado mi madre era extensa… Había más de treinta artículos anotados en la lista, estaba preguntándome  como haría para llevar todo esto a mi casa. Comencé a caminar por los pasillos que estaban rodeados de estantes que tenían varios productos de diferentes marcas, caminé y caminé por los diferentes pasillos mientras tomaba todo lo que estaba anotado en la lista y lo ponía dentro del carrito.

Hasta que llegué a mi sección favorita del súper mercado, la sección de postres comencé a caminar por el pasillo, tome varias cajas de gelatina, unos muffins de chocolate, un pie de manzana. Miraba el congelador donde se encontraban los helados para escoger un sabor que fuera del agrado de todos en casa, cuando me dispuse a tomar un envase que tenía tres sabores que eran: chocolate, vainilla y frutilla vi que otras manos también querían tomar ese envase…

-¡Hey!- dije y note que la persona que era dueña de esas manos era un chico de cabellos oscuro y ojos color verde, bastante atractivo, pero no más que mi rubio.

-Este helado es mío- dijo el chico haciendo énfasis en la última palabra.

-No lo creo- dije intimidante.

-¡Suéltalo!

-No voy a hacerlo- conteste y observe que ninguno de los dos estaba dispuesto a soltar el recipiente. El chico me lanzaba miradas asesinas y yo lo imitaba.

-No quiero golpear a una chica.

-No te atreverías- dije desafiante.

-¿Qué está pasando aquí?- pregunto una señora que tenía los mismos ojos color verde que el chico.

-Nada importante mamá- contestó –solo yo peleando con una extraña por un recipiente de helado- dijo él y sonrío.

A pesar de ser un completo cretino tenía que admitir que su sonrisa era encantadora… Me quedé como una boba mirándolo hasta que me di cuenta que su madre me observaba.

-¿Quién es ella?

-La extraña que quiere llevarse mi helado.

-Yo lo vi primero- dije en mi defensa, sin embargo estaba claro que iba perder. Era dos contra uno, pero no porque fuera así no iba a dar pelea.

-Ryan suelta eso- dijo la señora para mi sorpresa.

-¡Mamá!- dijo el chico haciendo berrinche.

-Déjalo compraremos otro en un diferente súper mercado. Además mira el carrito de esta chica se nota que lo necesita más que nosotros- afirmó la señora mientras observaba curiosa la gran cantidad de objetos que había dentro del carrito.

-Pero yo quiero comprarlo ahora.

-Niño llorón- susurré.

-¿Qué dijiste?- pregunto con furia el chico.

-Que si por favor puedes quitar las manos de mi helado, porque se me hace tarde.

-Ryan compórtate como un caballero, tú padre y yo no te educamos para que seas un cretino.

Cuando por fin el chico extraño quitó las manos del recipiente, le di una mirada de superioridad a él, a su madre le dirigí una mirada cálida que decía “gracias” y me dirigí triunfante hacia la sección de las cajas registradoras. Mientras dejaba el pasillo vi como la madre del chico que se llamaba Ryan lo regañaba mientras él lanzaba miradas asesinas hacia mi dirección. No sé porque tenía la ligera sensación de que me volvería a encontrar con él, pero en un lugar distinto.

-¡Mamá ya llegué!- dije mientras metía las siete bolsas del súper mercado que tuve que cargar, tuve que hacer varios malabares para cargar todas esas bolsas yo sola… La verdad no creí que mis brazos aguantaran tanto peso. Al fin estaba en casa y eso era un alivio para mí.

Unexpected Love 2: Siempre JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora