Daniel se puso de pie al escuchar las palabras de Leo, lo imite. No permitiría que los chicos terminaran peleándose por una estupidez.

–Pero si quien metió la pata fuiste tú– Exclamo Daniel.

Leo estaba a punto de pronunciar un sinnúmero de cosas cuando de repente se escucha el cambio de hora. Todos se levantan de sus bancos y empiezan a avanzar hacía su próximo examen.

–Esto no se queda aquí– Mire a Andrus confundida. Se veia enojado, él me señala con su dedo índice–Tenemos una sería conversación– Concluye y desvía su mirada hacía su amigo Leo, el cual intenta desintegrar a Daniel con la mirada. –Leo... Cuantas cosas te esperan cabron– Sin decir nada más, se aleja de nosotros.

Observo a Leo y este se acerca a mi con una pizca de enojo reflejado en su rostro.

–Wouu...– Todos miramos a Lía. –Que escena. Espero y esto no termine como Daniel y Berkis...–

–Esta es una historia diferente, no terminara como la de ninguna otra persona... Yo sabré como deberá acabar– Dice con enojo Leo. Lianna  sonríe y bufa, mientras que Daniel hace una mueca de tristeza y sin decir una mínima palabra pasa por nuestro lado perdiéndose en el corredor.

Leo me rodea el cuello, me besa con cariño en la mejilla y susurra: "Todo saldrá bien". Se aleja de mi y sonríe levemente, yo le sonrió de vuelta.

–¡bla,bla,bla!, mucho drama– Líanna  me toma del brazo y me arrastra con ella hacía la salida, Leo nos sigue.

–Es mi novia, dejame disfrutarla  Lianna– Sonrió ante sus palabras, mientras que la susodicha se detiene y lo mira con los ojos entrecerrados.

–Es mi amiga, dejame llevarla a su próxima prueba– Le sonríe hipócritamente y me arrastra con ella hacía nuestro próximo examen: Matemáticas...

Suerte, eso es lo que necesito, y no solo en matemáticas....

• • •

–¡Me explicas ya mismo que mierda fue eso!. ¿Desde cuando me están viendo la cara?– Ruedo los ojos y subo directamente por las escaleras hasta mi habitación. –¡Ashley!– Me giro hacía mi hermano, aprieto la mandíbula mientras me acerco a él.

–¿Que pasa aquí?– Los dos miramos hacía nuestro costado, en el cual se aparece nuestra madre algo adormilada.

–Usted tranquila, no es nada que usted sepa...– Le dice Andrus con  medía sonrisa. –Como siempre– Le concluye y vuelve su mirada a mí. –¿No podías haber elegido otra persona?. Eliges mis amigos.  ¿Entre tantos chicos del instituto... Tubo que ser Leonardo?– Dijo con algo de... Tristeza.

Me hago de todo mi auto-control y sin decir nada me adentro a mi habitación, escucho unos pasos detrás de mi, me giro encuentrandome con mi madre recostada del marco de la puerta.

–¿Leonardo y tu es...?–

–¡Si!– Alzo la voz interrumpiendole.  La miro directamente a los ojos y noto una sonrisa en sus labios, frunzo el ceño confundida... Hasta que recuerdo que ella quería que algo así pasara.

–Y... ¿Cuanto tiempo tienen?– Dice mientras se cruza de brazos.

Frunzo el ceño aún más, si era posible, dejo escapar un bufido... ¿¡Es enserio!?, ¿simplemente dirá eso?. Aunque prefiero esas palabras llenas de "calma" y no otras repletas de Rabia.

–No quiero hablar de eso ahora– Digo con fastidio, paso por su lado encaminandome hacía la habitación de mi hermano.

Escuche los pasos de mi madre detrás de mí, la escucho gritar mi nombre y me detengo.

ERICK WILLIANSWhere stories live. Discover now