Capítulo 8. La noticia

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Una vez Roxanne acabó de comer, Kieran se llevó la bandeja y la dejó encerrada de nuevo. La chica, al ver una oportunidad, corrió hacia el conducto de ventilación y llamó a su amiga.

-¿Alex? ¿Estás ahí?

-¡Rox! No me puedo creer lo que acabo de escuchar… ¿Qué cojones has hecho con ese tipo, eh?

-Eso no importa Alex-le dijo ella nerviosa, desviando el tema como quien no quiere la cosa-, lo que importa es por qué Donovan te ha secuestrado a ti también. No tiene sentido.

-¿Donovan? ¿Quién es Donovan?

-¿No sabes quién es? ¿Es que no ha ido a verte ni nada?

-Pues no, cariño, no tenog ni idea de por qué me han secuestrado, sólo he visto a dos tipos y una chica muy maja que son los que me traen la comida y de vez en cuando me llevan para que me duche pero no sé qué está pasando. ¿Y tú cómo sabes quién es ese tipo? ¿le conoces de antes?

-En resumidas cuentas, Donovan McRei tenía negocios con mis padres, era uno de sus proveedores en lo de los restaurantes; el tipo se encaprichó de mí y acabó violándome, por lo que le denuncié y fue a la cárcel, donde pensé que seguía encerrado, pero ya veo que la justicia es una puta mierda.- Roxanne estaba sorprendida de que no le hubiera temblado la voz al contar la versión resumida de la violación que había sufrido, supuso que esto se debía a los nervios del momento.

-Oh por Dios, Rox, no lo sabía-se asombró Alejandra-, no me extraña que no me lo hayas contado, no es algo que quieras que todo el mundo sepa. Pero ¿entonces por qué te ha secuestrado?

-Además de para sacarle dinero a mi familia, ese cabrón parece que quiere vengarse de mi por provocar que fuera a la cárcel. Pero lo que no me encaja es que tú estés aquí.

-No sé tía, la verdad es que no entiendo nada, llevo semanas aquí, parece que nos secuestraron a las dos la noche de tu cumpleaños.

-Sí, es cierto.

Ambas se quedaron calladas por un momento, porque había tantas cosas que decir que no sabían por dónde empezar.

-No me puedo creer que hayas estado al lado de mi todo este tiempo, Rox… Casi me vuelvo loca aquí sola.

-Yo tampoco puedo creerlo.

-Siento haberte obligado a salir esa noche-dijo Alejandra con la voz cortada por las lágrimas-. Yo sólo quería que te divirtieras y…

-Déjalo Alex-respondió Roxanne desde el otro lado de la rejilla-. No es tu culpa, nada de esto lo es.

Ambas se quedaron sentadas, pared con pared, al lado de las rejillas, pensando en lo que habían pasado las dos durante el tiempo que llevaban secuestradas.

-Tenemos que escapar, Rox-dijo Alejandra, alejando  a su amiga de sus pensamientos.

Caprichoso destinoWhere stories live. Discover now