Capítulo 5 - La cena

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A las 21:00 ahí estaba, Hayate, puntual como siempre, los padres de Akako hacia media hora que se habían ido, tal como había dicho Akako la noche anterior,

Los padres de Akako le habían preparado la cena, ensalada con escalope, pero enseguida sabrían que no cenarían de eso, si no que se cenarían mutuamente.

No cenaron, subieron directamente a la habitación, ahi comenzó a arder la pasión

Haya sabiendo que ella no le rechazaría, se acercó poco a poco a su cara y comenzó a besarla, primero despacito, suave, y luego algo más fuerte, cada vez con más pasión, dándo mordisquitos.

Hayate con una mano comenzó a sobarle los pechos por encima de la camisa que llevaba para dormir, y el sujetador. Empezó a apretarle un poco fuerte.

Le dijo que se quitara la camisa y el sujetador, y así lo hizo. Y allí estaban liándose, él comenzó a masajear una de sus tetas y luego la otra, pellizcándole los pezones, apretando, pasando las yemas de los dedos en círculo.

Ya cuando Hayate estaba saciado de su boca, comenzó a bajar poco a poco, primero la barbilla, la mejilla, el cuello, ahí se entretuvo un poco y después empezó por la garganta y bajó hasta sus pechos, suaves y comenzó a acercarse despacito, besando y pasando la lengua, llegó a la teta y comenzó a acercarse al pezón haciendo círculos, despacito pasando la lengua y besando, hasta llegar al pezón que comenzó a presionar con la lengua y mover, a darle pequeños mordisquitos, ella ya respiraba pesadamente, aunque sin decir palabras.

Su mano, comenzó a ir bajando, mientras su boca se entretenía con esas suaves tetas, la mano fue yendo por el abdomen, la cintura y debajo del pantalón y las bragas, hasta llegar a la zona púbica, jugueteo un poco con la lengua mientras seguía bajando, hasta llegar a su clitoris. Comenzó a pasar los dedos por fuera y por los labios, despacio, despacio, y luego como siempre, más rápido, hasta que estaba bastante lubricado uno de mis dedos se deslizó dentro de su rajita y comencé a dentro rápidamente, mientras su boca se seguía divirtiendo con sus pechos.

Ella era inexperta, no sabía que hacer, así que solo se dejo llevar por esa fantástica sensación, pero, oyeron unas voces acercándose a la casa, Akako separó a Hayate de ella y miró a la ventana, sus padres estaban llegando, ella le dijo que preparase, y, solo dejando ver su cara desde la ventana, Akako les dio la bienvenida, ellos sonrieron y entraron por la puerta, Hayate saltó a un árbol que había en frente de la ventana, y bajó rápidamente, él le mandó un beso y le dijo con gestos que mañana a esta hora en la fuente.

Icha icha paradiseOnde as histórias ganham vida. Descobre agora