XXV: Descanso

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Llegamos un par de horas antes de que oscureciera a la fortaleza, dentro ya nos estaba esperando Edgar y Carlos que se reunieron en la fogata, Manuel y Logan habían ido a la enfermería de la fortaleza para estar con Samuel que se encontraba muy mal de salud, estacione el camión al otro lado de la fortaleza justo al lado del pozo donde recogían el agua, hice una señal con la mano para que Edgar y Carlos se acercaran a ayudarnos a bajar las armas, entre los cuatro pudimos bajarlas, pero aun así se sentían muy pesadas, las llevamos a nuestra cabaña para que ningún niño las tomara, después de todo nadie entraba allí salvo nosotros porque Logan se los había prohibido.

Dejamos las armas en el baño y nos dirigimos a donde se encontraba Logan para ver cómo se encontraba Samuel, llegamos a la casa y entramos, dentro se encontraban solamente Logan y Manuel esperando en la sala, mientras que en el segundo piso se encontraba Samuel, solo nos quedamos mirando a Manuel que se encontraba sentado en el sillón, Logan por otra parte se acercó a nosotros.

 Fue, una suerte que pudieran encontrarlos, el muchacho se ve muy mal, hace un momento entre con Raúl para ver cómo se encontraba y me dijo que posiblemente no lo consiga, nosotros tenemos muchos antídotos desde siempre, porque aquí nos encontramos con muchos animales venenosos, pero llego muy tarde el veneno ya está muy avanzado. — Nos dijo Logan.

 Es una lástima, Manuel es estudiante de medicina, pero no tenía medicamentos para poder tratarlo. - Le empecé a decir. — Lo encontramos a las afueras de una ciudad y nos llevó a donde se estaban quedando.

 Gracias a él pudimos conseguir muchas armas que habían recogido, desde que empezó todo. — Le dijo Kechu uniéndose a la plática.

 ¿Enserio?, ¿Dónde las dejaron?

 Las guardamos en la cabaña, para que nadie las tome.

 Bien, después iré a verlas, cuando termine aquí.

Duramos unas cuantas horas ahí hasta que salió Raúl a darnos noticias sobre Samuel, al parecer el antídoto estaba sufriendo efecto y las probabilidades de que Samuel sobreviviera estaban incrementándose, pero todavía no había nada seguro. Manuel se dirigió al cuarto donde se encontraba Samuel y nos dejó solos en la sala, Logan se quedó en la sala y nosotros nos dirigimos a la nuestra cabaña para poder descansar bien.

Entramos a la cabaña y la señora Rosa nos llevó de comer, era comida que habíamos traído la vez pasada de la fábrica, a pesar de que era comida enlatada sabia bastante buena, probablemente la señora Rosa le había agregado algo aparte para que supiera mejor, porque a pesar de su edad era muy buena para cocinar.

Nos sentamos en la sala para platicar cual sería nuestro siguiente movimiento para poder ayudar aquí, Después de un largo tiempo dando ideas a la conclusión que llegamos todos es que necesitábamos luz para poder pasar la primavera y el verano de forma decente, porque el calor será insoportable sin luz, el problema es como lo haríamos para obtener luz, yo sabía algunas formas de hacerlo pero conseguir las cosas sería difícil.

Sabía que lo primero que necesitábamos conseguir eran algunos paneles solares y según recordaba en la ciudad donde nos estábamos quedando había algunos hoteles que contaban con ellos, solo era cuestión de desmontarlos, pero el problema no era eso, sino que no podíamos volver hasta allá sería demasiado peligroso como para intentarlo, lo mejor sería buscar otra forma.

Tendríamos que buscar en alguna parte cerca para poder conseguirlos, lo estábamos dejando casi a la suerte, por eso cuando saliéramos de nuevo no nos concentraríamos al cien por ciento en eso.

Después de un rato de platicar sobre el tema decidimos ponerle fin, después de todo no teníamos ni idea de dónde buscar eso, así que mejor nos preparamos para irnos a dormir. Los demás se durmieron muy rápido pero yo no podía dormir, tenía muchas preocupaciones que no podía sacarme de la cabeza, así que después de un rato dando vueltas para poder dormir, decidí salir a tomar aire fresco.

A fuera de la cabaña hacia un poco de frio a pesar de que el invierno estaba por terminar, deben ser las tres de la mañana por lo menos, llegue a la puerta de la muralla y subí por las escaleras que estaban justo al lado para poder mirar al otro lado del muro, era raro no ver a nadie vigilando, normalmente siempre hay alguien, probablemente Logan habría pedido que no saliera nadie, Logan ha cambiado mucho desde que murió Rafael, se ha vuelto más inseguro y no toma tan buenas decisiones como antes.

Estuve recorriendo la muralla un par de horas sin ver nada más que los árboles que se veían bajo la luz de la luna llena. Estuve a punto de volver a la cabaña para dormir, cuando de entre los arboles una persona estaba saliendo, no caminaba como torpemente como los zombis normalmente lo hacen así que no se podía tratar de uno, al parecer era una persona normal, pero desde la distancia a la que me encontraba y la poca luz que había me impedían ver de quien se trataba. Me agache y espere a ver que hacia ese sujeto.

En las manos lleva lo que parece un machete y sobre su espalda al parecer lleva una metralleta. Seguí con la mirada al sujeto que se dirigía al otro extremo del bosque.

 Armando, ¿Qué haces aquí a esta hora? — Me pregunto Kechu en voz baja.

Voltee a mirar a Kechu y con la mano le indique que guardara silencio y que subiera aquí, pero justo cuando volví a mirar el sujeto había desaparecido entre los árboles, no había podido ver de quien se trataba, pero me dejo con más de preocupaciones que antes.

Le conté a Kechu lo que había pasado y a pesar de que parecía una historia falsa, el me creyó y se quedó a vigilar conmigo toda la noche, pero el sujeto no volvió a aparecer. En cuanto salió el sol Logan salió de su casa y se dirigió a la enfermería, ni siquiera volteo a vernos, cuando la mayoría salió decidimos dejar esto para otro día.

Le pedí a Kechu que no le contara a nadie lo que había visto ahí afuera, solo haría que las personas se preocuparan, además era posible que solo me lo estuviera imaginando. Me dirigí a la cabaña para dormir un rato, no había dormido nada y eso me estaba cobrando factura. Me encontré con Edgar y Carlos en la sala, me preguntaron donde había estado pero les mentí, solo tome mis cosas, las aleje de la sala y sin decir nada más me acosté a dormir, necesitaba dormir un poco para recobrar energías.



Pandemia Z [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora