Ella... Jennifer Whiteford, Una joven huérfana, adinerada pero humilde y sencilla...
Él... Christopher Vélez, Un joven cantante, famoso y engreído...
Sus historias se unirán en un encuentro inesperado... Y ambos darán un giro total en su vida. Despu...
Fuí hasta el estacionamiento y busqué mi auto. Una vez dentro de este, estaba por ponerme en marcha directo al hotel donde nos hospedabamos, pero algo sobre el asiento del copiloto llamó mi atención. Unos libros apilados, los cuales no eran mios.
La curiosidad pudo conmigo, e inevitablemente tomé uno de ellos. Miré hacia los lados, como para asegurarme de que nadie este mirando mis acciones, -aún no sé porque hice eso pero en fin-, abrí el libro. La portada era muy bonita, pero estaba más entusiasmado con el interior de este.
Al abrir el libro, la primera página de este tenia escrito "Jennifer A. Whitefort" en una bellisima letra cursiva. Inmediatamente después de leer ese nombre mis mejillas sonrojaron. Suavemente cerré el libro y los coloqué en la guantera del auto.
*"Quizás algún día la encuentre de nuevo y le entregaré sus libros.."* Pensé y con una sonrisa puse en marcha mi auto y me dirigí al hotel.
Una vez allí me dirigí a mi habitación, -la que compartía con Zabdiel-, e inmediatamente tomé un baño. Cuando salí, lo único que hice fue apoyar mi cabeza en la almohada y quedar profundamente dormido.
...
(NARRA JENNIFER)
Mi despertador sonó, ya eran las 9 AM. Aún como dormida hice varios intententos para apagar el aparato, y lo logré después de muchísimos fallos.
Me senté en mi cama unos segundos y luego me dirigí al baño. Tomé un baño y me puse esto:
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Salí lo más enérgica posible de mi habitación. Mientras bajaba las escaleras tarareaba una tonada que había inventado en el momento. Me dirigí al comedor y me senté a la mesa.
XX: Buenos días mi niña!.
JENNIFER: Buenos días Azu!.
Azucena es mi nana. Una señora de 50 años muy bien conservada, que me acompañó desde mi nacimiento, e incluso ha estado con mis padres mucho antes de mi llegada al mundo. Azu, -como yo me digo-, es muy importante para mi... Ella me cuidó y protegió desde aquella terrible tragedia.
AZU: ¿Va a desayunar? (Ella traía una bandeja, en ella había un plato de ensalada de frutas y un vaso de jugo de mango).
JENNIFER: (Asentí con la cabeza) Es mi desayuno favorito.
AZU: ¿Y se piensa que no lo se mi niña?. (Colocó el plato y el vaso sobre la mesa) Que lo disfrute!.
JENNIFER: Sos la mejor!.. Muchas gracias.
Estaba terminando mi desayuno cuando se oye el timbre. No fui a ver quien llamaba a la puerta porque Bruno, mi mayordomo se encargaba de esto.
Bruno era un hombre de 40 años, el hombre de confianza de mi padre. El también me vió nacer y crecer. Siempre se encargó de que en la casa, no falte nada para acegurar mi felicidad...
