aphrodite | baekhyun

I: the unknown desire;

+for warmth.

La joven escritora no podría creer que su mejor amiga la hubiese convencido tan fácilmente de abandonar su trabajo por una noche para acompañarla a un club. Aunque fuese una noche de viernes. Todo para que la dejara sola en la barra a los pocos minutos de haber llegado.

Aunque tenía que admitir que no estaba haciendo muchos progresos con su escrito, de todas formas. Llevaba unas semanas con el bloqueo de escritor más grande de la historia, y ya había considerado más de una vez en abandonar el proyecto que había consumido los últimos seis meses de su vida.

Con un suspiro resignado llamó al bartender, pidiendo su bebida favorita. En lo que esperaba, la pantalla de su celular se encendió en su mano con la notificación de un nuevo correo electrónico. Era de su editor, que se tomaba la libertad de contactarla incluso a media noche debido al poco tiempo que le quedaba para enviar el borrador que tanto la estaba atormentando. Decidió apagar su teléfono de la misma forma en la que le hubiese gustado poder apagar su mente.

Cuando recibió su bebida, tomó la mitad de un solo trago y pidió otra. Realmente la única razón por la que había aceptado salir de su departamento fue para poder olvidar sus responsabilidades por una noche, y para lograrlo tendría que aumentar el ritmo lo antes posible.

Buscó con la mirada a su amiga y la encontró sentada en el regazo del chico con el que se había ido hace un rato, sus labios recorriéndole el cuello como si quisiera dejar su lápiz labial pintado en todas partes. Daeun supuso que al ritmo al que iban, quizá se quedaría realmente sola en el club en menos de media hora. No era que le importase demasiado, cuando salía con Sunhwa normalmente terminaba regresando sola.

Cuando iba al final de su quinta copa y contando, el banquillo a su derecha fue ocupado por un chico de cabello castaño y ropa oscura. Al principio no le prestó mucha atención, pues parecía ser mas joven que ella y siendo honesta, no estaba interesada.

Entonces el chico intentó iniciar una conversación con ella, y fue ahí que se volteó para darle su atención. Daeun se sorprendió porque el chico sí era al menos dos años menor, pero no pudo importarle menos. Era atractivo. Unos ojos castaños y risueños, labios rosas adornados con un pequeño y lindo lunar, y una voz muy agradable; fue lo primero que notó en él. Lo segundo, fue el hecho de que él seguía hablando, pero ella no había puesto atención a una sola de sus palabras.

El alcohol y las hormonas comenzaron a mezclarse y de repente se sentía muy borracha para intentar establecer una conversación. Y por la forma en que las palabras de él se entrecruzaban, se notaba que traía unos cuantos tragos encima también.

Daeun colocó una mano detrás de su cuello y lo acercó, silenciándolo con sus labios.

Él no se lo había esperado y abrió su boca sorprendido; ella aprovechó para profundizar el beso. Lo acercó aún más e inclinó su rostro, logrando dejar al chico sin respiración. Una de las manos de él tomó su rostro y lo acunó suavemente, casi con timidez. Demasiado dulce.

Daeun tomó su labio inferior entre sus dientes y él dejó escapar un sonido grave a medio camino entre un jadeo y un gemido. Ella estaba encantada, no podía creer lo mucho que le estaba gustando. Quería escuchar ese sonido salir de sus labios otra vez.

Con una sonrisa plantada en los labios, Daeun se levantó del banquillo y continuó besándolo desde arriba. Él colocó sus manos alrededor de su cintura pero no la acercó, fue ella quien terminó con su cuerpo pegado al de él. Al finalizar el beso ella se sentó en sus piernas por un momento, mientras lo veía abrir los ojos e intentar recuperar la respiración. Tenía las mejillas y las orejas sonrojadas.