When We Were Young 2

Capitulo 33

Una semana después

Una semana en la que Ellie estuvo rondando el orfanato y la casa de Adele para saber de Alison, la llamó miles de veces y ninguno de esos llamados tuvo respuesta. Mientras Alison se preparaba para su cita con el juez, tuvo la asesoría del abogado quien le indicó todo lo que tenía que decir en base a lo que tenía en sus manos, por eso llevó su nuevo registro en donde tenía el apellido Adkins y adicional a eso pidió la ayuda de Angelo para tener los informes del último registro medico de Adele en donde certificaba el alto riesgo de su embarazo.

El día de la audiencia llegó y los únicos presente fueron Ellie y su abogado, Adele no asistió haciendo caso a las palabras de Alison, quien ese día tendría su primera cita con el juez por el caso de su custodia. Tomó su mochila y en ella llevaba los documentos necesarios para el dia de hoy, pensando en que esto terminara pronto para poder estar con la que ahora es su familia.

Alison

Llegué al juzgado un poco nerviosa... o bastante nerviosa para ser sincera. El piso donde tendría la cita era el cinco, tomé el ascensor que me llevara hasta ese piso y salí buscando la oficina del juez, la encontré al final del pasillo y había unos jóvenes al igual que yo que esperaban por entrar a su oficina. Me senté en una de los asientos y a mi lado se sentó un chico vestido completamente de negro, con un gorro en su cabeza, bastante alto por cierto, de piel blanca y ojos color... sol. Era hermoso pero su mirada era triste y perdida, desvié mi atención a sus brazos cuando vi las cicatrices de lo que supongo eran cortadas...

—Sí, son cortadas —dijo seriamente y yo desvié mi mirada, odio ser tan curiosa.

—Lo siento... no quise ser entrometida —dije apenada.

—No pasa nada... ¿Cómo te llamas?

—Alison ¿Y tú? —pregunté mirándolo a los ojos que eran hermosos.

—Brad... ¿Estás aquí por lo mismo que yo?

— ¿Por qué estas tu?

—Por librarme de mis padres —dijo con enojo apretando sus puños.

— ¿Por qué quieres librarte de tus padres? —pregunté confundida y el suspiró con tristeza —Si no... quieres hablar de eso está bien.

—Solo puedo decirte que son las personas que más daño me han hecho...

—Es lo mas ironico de esta vida... que sean ellos quienes nos den la vida y a la vez no las destruyan —dije sonriendo falsamente.

— ¿A ti te han hecho daño? —su pregunta me dejó pensativa.

—Pues... mi mamá hace muchos años tomó una decisión y queriendo hacerme un bien terminó haciendo todo lo contrario pero...

— ¿Alison Adkins? —dijo una señora de falda y lentes. Reaccioné segundo después porque no estoy acostumbrada a que me llamen asi. Me puse de pie y ella entró.

—Suerte —dijo aquel chico con una media sonrisa.

Me acomodé la manga del suéter y entré a la oficina, la señora me indicó que siguiera hasta el final del pasillo, entré y vi a un señor bajo, de lentes y un poco calvo sentado en su escritorio, cerré la puerta y el me indicó que me sentara después de estrechar mi mano.

—Eres Alison Adkins ¿No? —dijo mirando una carpeta con mi nombre, me quedé pensando un momento aún no me acostumbro que me llamen asi.

—Emm... si, esa soy yo —dije mirándolo, el dejó la carpeta en su escritorio y me miró.

—Estoy listo para escucharte... ¿Por qué quieres tu legalidad? ¿Por qué quieres liberarte de tu madre? Según lo que tengo aquí es ella quien tiene tu custodia.