Capítulo 23

341 29 3
                                    

Mi rostro estaba empapado en lágrimas. Él camino se hacia largo, pues no sabia a donde iba a llegar.
Tenía frío, mire mi reloj y eran las 15:30p.m. era prácticamente la siesta, en invierno la hora ideal para dormir. Gente no se veía, sólo cruzaban algunos autos y motos.
Sequé mis lágrimas y empecé a caminar más rápido. Él miedo se adueño de mi, pues no era una chica que salía sola.
Mire por todos lados en busca de reconocer donde estaba, pero no había caso, jamás había estado por acá. 
Una joven de unos 20 años venía caminando, la hable:

-Disculpame, ¿tendrías un celular para prestarme para llamar?, me he perdido y no tengo como comunicarme-

-lo siento, no tengo- contesto la chica al mismo tiempo que se iba muy rápidamente.

¿Pues podía verme como una ladrona? No lo sé pero la muchacha creo que pensó eso.

Seguí cambiando muy rápido, no había nada cerca ni que reconociera, los autos iban y venían y de vez en cuándo tocaban bocina y decían algunos comentarios,ya sabrán a lo que me refiero.
Tenia mucho miedo, no tenía la menor idea de cómo iba a llegar a casa.

Un auto ford negro se acercó a la vereda donde iba. Mi corazón se aceleró, pero cuándo se acelera por él miedo. Comencé a caminar más deprisa, pero esto parecía que me seguía.
Maldita sea, porque mierda no se alejaba. Las ventanillas del lado izquierdo se bajaron, un hombre de unos 40 años,me miró de pies a cabeza:

-¿Estas sola?- preguntó con una voz ronca. -¿Quieres que te lleve?-

Sentía todo mi cuerpo temblar, mi corazón iba muy rápido, sin pensarlo comencé a correr, lo hice tan rápido que parecía que iba a caerme en cualquier momento, gracias a Dios no sucedió. El auto me seguía, pero corrí tan rápido que no lograba alcanzarme, en ese momento ví un kiosco que para mi suerte estaba abierto. Entre rápidamente.

-por favor.... Ayudeme- dije muy agitada y con mucho miedo.

Él muchacho que atendía él negocio, se acercó hacia mi muy preocupado.

-¿Que le pasa? ¿Se siente bien?-

-un auto... Un auto me perseguía- respondí como pude.

Él joven me acerco un banco, yo me senté.

-le traeré agua-

-gracias- respondí mientras tomaba él vaso que él me ofrecía.

-ahora que se siente un poco mejor, ¿me explica lo que le sucedió?-

-mire, me perdí, tuve una pelea con mi hermana y me alejé de ella, pues entonces caminaba y de repente un auto se acercó hacía mí, yo comencé a correr y él me seguía-

-tranquila, le daré un teléfono para que llamé a su familia-

-muchísimas gracias-

-Aquí tiene- dijo mientras me daba un celular.

-maldita sea- dije disgustada.

-¿Que pasa?-preguntó él joven.

-No me se ningún número-

-esta bien, no se haga problema, llamare un taxi para que venga y la lleve a su casa

-gracias- le dije ya un poco mejor después del tremendo susto que me pegué.

Y así él muchacho llamó a un taxi. Era un joven de unos 25  mas o menos de edad. Era muy simpático y buena gente.

-tardará 10 minutos en llegar- dijo él.

-muchísimas gracias- respondí.

Me di vuelta y... Choqué con alguien. Mis ojos se toparon con otros de un color negro.

Volverlo A EnamorarWhere stories live. Discover now