INSTAGRAM✶|c.r|

|10|

Andrine.

Eran las siete y media de la mañana, mi cabello estaba desordenado, a mis ojos los sentía pesados y podía jurar que aun veía doble a las personas.

Anoche había ido a un bar y me había tomado hasta la última gota de alcohol junto a mi mejor amiga, Ambar. Estaba furiosa por un extraño motivo aunque siempre vivia enojada, este enojo y molestia que sentía era peor, sentía como decepción, como si me hubieran traicionado de una manera que no podía ni quería perdonar.

Sabia de quien se trataba, de Chandler Riggs, el chico de la escuela y la tv.

Entre al salón de clase con pesadez y mire a mi profesor, el solo agacho su mirada y entre sin emitir palabra alguna. En mi interior sonreía, controlaba cada cosa en este instituto por la fama de matona que tenia encima aunque también eso me traía problemas, siempre intentaban correrme de la escuela.

Me senté en el asiento del fondo junto a mi rubia amiga, ambas nos dedicamos una mirada y sonreímos, ella también tenía una maldita resaca asesina.

Saque un cigarro de mi bolsillo y también un mechero, encendí la punta de este y me lo lleve a los labios para inhalar y después exhalar por la abertura de la ventana. El profesor explicaba, de vez en tanto me miraba molesto pero decidía ignorarme, cosa que era mutua.

―Mira quien llego―murmuro Ambar mirando divertida hacia la puerta―. El innombrable.

Mire con desdén y ahí estaba él, con sus ojos azules bonitos y su sedoso cabello castaño, acompañado con sus facciones de niña. Rápidamente recordé lo de la noche pasada, él me observaba mientras pasaba por entre las mesas y como tonta dirigí mis ojos a los suyos.

Sentí rabia y corrí la mirada hacia la ventana una vez más, ignorando el hecho de que se hayan cruzado.

―Saquémonos una foto―propuso Ambar mientras comíamos en la cafetería, yo trague el pedazo de sándwich que tenia atravesado en la garganta.

― ¿Con tu celular o con el mío? ―pregunte, ella me miro pensativa.

―Con el mío, después te la paso por WhatsApp.

Me posicione a su lado y ella puso la cámara a lo lejos con temporizador, toco el botón e hice la primer estupidez que se me ocurrió; tapar ambos ojos con una dona.

Después de sentir el flash chocando contra nuestra cara miramos la foto y sonreímos, había salido muy bonita.

Saque mi celular y una vez más y entre a instagram, como siempre muchas notificaciones estaban esperando por ser atendidas, desde que empecé a hablarme con Chandler por sus estados y mis estados habían sido así.

Sentí unos dedos tocar mi hombro, con seriedad mire a la persona que había osado de molestarme en mi momento de relajación y me encontré con aquellos ojos azules, mi mirada se endureció.

― ¿Qué quieres? ―pregunte cortante, él me sonrió.

―Hablarte.

Sonreí cínica―Pues que lastima, yo no quiero hablarte―mi rostro se volvió completamente serio―. Así que vuelve por donde viniste, bicho.

― ¡Oh vamos! No seas conmigo como eres con todos, no me lo merezco, pensé que éramos amigos―hablo dolido, deje escapar una carcajada.