Hemophobia | VKook EDITANDO

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«Destino»

Sé muchas cosas.

Sé que soy un hombre. Un hombre muy fuerte, valiente, audaz, osado.

Sé que todos los años, que aún son pocos, los he vivido sobreviviendo. Y sobrevivo día a día gracias a mis habilidades, a mis encantos, a mi cruel destino que me volvió de este modo y me trajo al mundo en estas condiciones.

Sé que puedo hacer lo que sea, cuando sea y donde sea. Por que sé que lo que quiero lo consigo.

Soy básicamente espectacular. Lo sé.

Sé que destaco en arquearía. El mejor arquero, he ganado miles de concursos en varios pueblos pequeños al rededor del reino. No por nada llevo tatuado en mi piel una insignia de arco y flecha.

Soy experto en caza y supervivencia. He vivido la mayor parte de mi vida dentro de un bosque, perdido, sin hogar, sin familia.

Sé que soy un hombre solitario y tranquilo.

A veces me gusta robar a la gente que tiene de más. Las monedas de oro no abundan entre los poblados más alejados del reino. O de alguno de los tres reinos.

Los reyes no son bondadosos con los más carentes, pero yo que nada tengo si lo soy.

Suelo robar los carruajes reales que transportan oro, sedas o joyas a los reinos entre sí por cortesías o acuerdos de paz.

Sé que puedo mezclarme en la multitud, y supongo que podría tener una vida más simple o sencilla, pero mi destino a sido vagar por el mundo sin un lugar especifico al que volver.

Ser un nómada.

Soy casi perfecto prácticamente. Lo sé.

Pero no sé quien soy, ni sé por que llevo un tatuaje de quemadura en mi piel con la insignia de un arco y flecha. No sé por que me siento perdido, como si tuviera que vagar por que no encuentro mi lugar. Aunque tampoco sé cual es mi lugar de todos modos.

Casi perfecto.

Y lo peor de todo. Sé, que sólo me domina un defecto. Más que defecto, una pequeña debilidad, insignificante.

Sé que le tengo miedo a la sangre.

Pavor, temor, horror. Lo sé, lo reconozco.

Y no he encontrado chaman, médico, o brujo o hechicera que pueda explicarme o curarme de este extraño aspecto de mi persona.

Cada vez que cazo animales el trauma no es tan grande, aunque suelo pedir ayuda para destriparlos o despellejaros, y reparto mi caza con otros o simplemente vendo el animal muerto por comida que no tenga que procesar.

Sé que soy inteligente y no ensucio mis manos por nada.

El problema es la sangre humana. No la soporto, no puedo verla y su olor simplemente me repugna.

Pierdo todos mis sentidos al estar en contacto con sangre humana, propia o ajena, por esto no puedo tener compañero que me acompañe en mis travesías.

Si le llegase a pasar algo y saliese herido comenzando a sangrar puedo hasta desmayarme o puede que quiera salirme el corazón por la boca.

Simplemente no puedo soportarlo.

Repugnante.

Asqueroso.

— Joven —gritaron unos mendigos —¡Caballero!

— No tengo dinero —respondí.

Necesitaba hacer algo para ganar algo de oro.

Entre en el centro de la cuidad, las tiendas de mendigos y campesinos a cada lado de las calles, la gente gritando, pidiendo dinero, mendigando o simplemente vendiendo lo que se les era posible.