EINUNDDREIßIG

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Algunos meses después...

"Pov Tyler"

Desde qué conocí a Dallon todo cambio, él me ayudo a que no me afectara lo que mis compañeras de trabajo decían sobre mi.

Lo que sí últimamente, es que Josh esta muy diferente, ya no es él chico más amable de todo el mundo, él que le regalaba una sonrisa a todos, él que hacia tus días grises a unos llenos de colores, él que de ponía a jugar con sus hijos, él que llegaba temprano, él que nunca lucía cansado, enojado o él que nunca se expresaba con gritos.

Ahora mi chico de cabello teñido cambio, cambio su cabello a su color natural, ya no lo teñía más.

Sus ojeras eran gigantes, bajó de peso muy drásticamente, ahora fumaba cada que podía y lo peor, es que lo hacía a escondidas.

Dallon, ahora mi mejor amigo, me dijo que era por su trabajo, que a lo mejor tenían demasiado trabajo y quizá tenía razón.

Dallon me había invitado a salir un rato a la plaza, encargue a mis hijos con mi madre y es que nunca salgo y por una vez que lo haga no tiene nada de malo.

Estábamos en una cafetería de la plaza, Dallon estaba contándome del pésimo jefe que tenía y a veces soltábamos dos o tres risas.

- ¿Y tú Ty? ¿Qué me cuentas? - dijo y dio un sorbo a su café.

- Bueno... Pues Josh llega más tarde que antes, se que está en el trabajo, no quiero pensar en otras cosas - dije y suspire.

- Tranquilo, él te ama - poso su mano encima de la mía sobre la mesa.

Estaba viéndome fijamente a los ojos y yo sólo evite mirarle, derrepente sonó mi teléfono y era Josh, no dudé en contestar.

- Hol...-  no me dejo terminar.

- ¿Dónde estas? - Josh interrumpió molesto.

- Es...estoy en un ca... Café - mi voz temblaba.

- ¿Qué haces ahí? Qué no sabes que siempre tienes que estar aquí en tu casa cuidando a tus hijos - Josh empezaba a alzar su voz.

- Josh... Nunca salgo, siempre estoy en casa, por un día que lo haga no va afectar a nadie - suspire.

- A mi me afecta, así que te quiero ahora mismo aquí o yo mismo me encargare de traerte - dijo evidentemente enojado y me colgó.

- ¿Qué paso? - Dallon hablo.

- Dall, lo siento, tengo que irme - Dije con pena.

- Oh... Claro, no te preocupes - lo mire y tenía una mirada triste.

- Lo siento Dall, en serio - me pare y lo abrace.

Salí de ahí y fui rumbo a casa de mi madre en busca de mis hijos.

Llegue con mi madre, los recogí y me dirigí a mi casa, llegue a mi casa y cuando abro la puerta parecía neblina la que había.

Josh estaba fumando en exceso.

Married life; Joshler Donde viven las historias. Descúbrelo ahora