Boy meets a magic boy »тaegι/yoonтae«

05.

El pelinegro quería negarse, en verdad que quería hacerlo, pero había algo en la simple presencia de TaeHyung que le agradaba, había un “algo” que lo hacía sentirse bien y se odiaba porque no sabía explicar el porqué de esa sensación, por lo que al final cedió ante las peticiones del menor y salieron juntos de la universidad.

YoonGi había tomado el camino habitual de siempre, no era el mismo que TaeHyung recorría pues éste siempre terminaba yéndose en el automóvil de HoSeok o Wendy, eran pocas las veces que caminaba de regreso a su casa, pero eso en aquél momento no le importaba en lo más mínimo.

El menor necesitaba ese tiempo a solas, aunque ese a 'solas' sería estando —irónicamente— en compañía del lindo hyung.

TaeHyung no se esforzaba en emitir ningún sonido, de milagro y se percibía la respiración de ambos. El menor únicamente se agradecía por ese pequeño momento al lado de YoonGi, que a pesar de no conocerse lo suficiente le permitió el caminar juntos.

Por otra parte, YoonGi había notado como el menor se encontraba sumergido en sus pensamientos, por lo que prefirió no decir palabra alguna durante el recorrido, supuso que el castaño necesitaba ese momento y lo respeto, igual sabía que él no tendría nada interesante que decirle así que solamente continuo caminado.

Por un momento el menor sin poner ni un poco de atención se adelantó, su contrario no hizo nada para detenerlo pues la vista que le ofrecía comenzaba a agradarle, tal vez era debido a esa silueta del menor conformada por sus hombros seguidos de su espalda hasta su bien formada cintura, podía ver como ladeaba lentamente su cabeza y eso, por alguna razón le pareció jodidamente tierno, porque podría jurar que en ese instante el menor se encontraba mordiendo levemente su labio inferior mientras su mirada aún se encontraba perdida, justo como la de un pequeño cachorro.

YoonGi bien podría seguir perdiéndose ante la imagen que le ofrecía su menor mientras pensaba en lo adorable que el otro podría ser, pero el semáforo se encontraba en verde y un torpe TaeHyung seguía con la mirada en otro mundo, sin saber que se dirigía directo a ser arrollado por los automóviles que pasaban sin intención de detenerse. No lo pensó dos veces cuando tomó a TaeHyung de la mano aferrándolo hacía él, impidiendo así que el castaño continuara caminando directo a un fatídico accidente.

La piel de TaeHyung se erizó debido al tacto que le ofreció la blanquecina mano del mayor e inevitablemente un cosquilleo se apropió de cada rincón de su ser. El simple choque de sus manos le bastó para alterar sus sentidos, pero no era el único que se sentía así, YoonGi pronto recibiría el mayor golpe, pues sus piernas comenzaban a temblar y las palpitaciones de su corazón comenzaban a desbordarse hasta detenerse repentinamente, el más joven a penas y alcanzó a sostener al pelinegro entre sus brazos; YoonGi había caído y el menor no tenía idea de lo que pasaba, hace unos minutos era él el que estaba a punto de ser arrollado pero ahora era su hyung el que se encontraba en sus brazos sin reaccionar.