One'shot [Naruto]

"¿Quién te gusta?"-BoruChou

Boruto estaba tan cansado de los halagos que recibía diariamente... Halagos sin fundamentos.

Podía asegurar que eran falsos e hipócritas. Tenía apenas 10 años, y el hecho de ser hijo de séptimo Hokage y un buen alumno en la academia, hacia que la gente lo llamaba "genio", no le molestaba eso, le molestaba saber que no tomaban en cuenta su esfuerzo entrenando, odiaba que solo por ser hijo del Hokage ya creyeran que era un genio que no necesitaba de entrenamientos arduos.

Lleno de frustración lanzo un kunai molesto, el era Uzumaki Boruto, no "El hijo del Hokage", le valían un millón de mierdas esos estúpidos títulos, él era él, pero para los otros... Solo era un genio por ser hijo del shinobi más fuerte de konoha...

—Viejo de mierda...—Murmuro apretando un kunai para lanzarlo. Sus manos estaban lastimadas, y los cientos de kunai en los blancos que había el rubio colgado, mostraban el porque de sus heridas, gruño frustrado, quería ser reconocido... No por ser hijo del séptimo Hokage y héroe de la guerra...—¡Quien que me vean a mi'dattebasa!, ¡No quiero...!, n-no quiero ser la sombra de mi padre...

—Pero tu eres tú, Uzumaki-kun.—Una voz lo sobresalto, al voltearse encontró unos ojos grandes color ámbar verlo.

—T-Tú...

Akimichi ChouChou, de su salón, la chica lo miraba con un dango en la boca.

—Soy Akimichi ChouChou, vamos en la misma clase, supongo no me recuerdas.

Sinceramente el rubio no hablaba mucho con chicas, solo Sarada con quien no tenia la mejor relación, y su hermana, claro estaba. Esas eran las únicas mujeres con quien cruzaba palabras.

—T-Te recuerdo...—Admitió, extrañado de encontrarla en ese lugar el cual le había tardado mucho n encontrar para entrenar tranquilo.—¿Qué haces aquí'ttebasa?

—Escapo del entrenamiento.—Soltó con simplicidad.—El entrenamiento de papá me aburre, y mamá solo me enseña con la espada... Así que decidí caminar por aquí y te oí, este lugar esta muy apartado de la aldea, pero no es difícil encontrar el camino, y también es tranquilo, fuiste listo al encontrarlo.—Le sonrió un poco.

Boruto se sonrojo levemente al oír ese halago.

—Gra... Gracias... Dattebasa...

ChouChou tomo asiento en el suelo bajo a un árbol.

—¿No te molesta si vengo aquí de ahora en adelante?.—Cuestiono la morena.

—¡Ah, n-no, para nada'ttebasa!.—Boruto nervioso oyó reír a Chou.

—Genial, necesito una siesta.—Soltó divertida, se recostó no muy alejada de donde entrenaba Boruto y cayo dormida. Dejando desconcertado al rubio Uzumaki.

—¿Eh...?.—Boruto no supo que decir en esa situación, lo mejor seria seguir entrenando, pero... ChouChou lo había oído... Algo que nunca le había dicho a nadie... Se sintió nervioso, pero siguió entrenando...

Ese día paso. Junto a los demás. ChouChou diariamente iba a aquel lugar, al igual que Boruto, quien solo iba cuando entrenaba, pero... De algún modo la compañía de la morena le aliviaba y divertía. Así nació la amistad entre ambos, haciéndose buenos amigos. Muy buenos amigos.

Ahora, Boruto aparentaba sus bien merecidos 19 años de edad, era un jounnin bien formado y apuesto, nada más podía pedir, pero en ese instante estaba molesto, muy, muy molesto, y su molestia tenia que ver con la morena.

—Boruto, ¿Seguidas con esa cara todo el día...?.—Cuestiono Sarada junto a Mitsuki.

—Hmp...