Esa misma tarde estuve tratando de sacarme de la cabeza todo ese asunto. Lauren era mi amiga, me sentí personalmente insultada por un instante porque, bueno, yo siempre le contaba todo sobre mi vida, absolutamente todo, y de alguna forma me lastimaba saber que ella había ocultado algo así de mí, y más porque lo único que yo sabía era que Camila engañaba a Eva con Lauren, pero no sabía si era algo serio, o si llevaban mucho tiempo así, y mucho menos en qué diablos pensaba Lauren al meterse con una chica que tenía novia. Nosotras tres siempre nos quejábamos de las chicas que eran engañadas por sus novios, y Lauren seguramente estuvo fingiendo que no le dolían todos los comentarios que Ally y yo escupíamos sobre eso. Y eso se sentía jodidamente mal, ella era mi mejor amiga.

Mis ojos pudieron ver la luz de mi celular encenderse y lo tomé porque me había llegado un mensaje.

“¡Hola, Mani! ¿Quieres unirtenos al cine? Hay muchas chicas del equipo(:” Era Ally.

Me despabilé y pensé en rechazar la invitación de Ally, pero al mismo tiempo necesitaba poner mi cabeza en otra parte que no fuera mi trasero, así que le mandé un mensaje de aceptación a Ally.

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Había tomado el tren para poder llegar al cine, estaba la brisa lluviosa de la tarde y sentí escalofrío cuando entré al gran cine. El olor de las palomitas de maíz llegó a mi nariz y rápidamente me olvidé de cualquier otra cosa.

—¡Mani! —escuché la voz de Ally.

Me volteé a su encuentro y mis piernas flaquearon cuando la vi junto a Eva y Camila, ambas estaban tomadas de la mano. Me acerqué con la cara más incómoda que había tenido en mi vida y miré a Ally para poder cuestionarle con mi mirada la compañía que tenía. Mi amiga se encogió de hombros y me saludó con un beso en la mejilla, como de costumbre.

—Algunas chicas fueron a comprar golosinas —me avisó Ally y le sonreí.

—¿Lauren vino? —pregunté un poco alarmada.

—No creí que fuera buena idea invitarla —respondió Ally volteando a ver al piso, parecía una niña pequeña que había cometido alguna travesura y le habían atrapado.

Asentí en entendimiento y di la vuelta porque quería ver todos los carteles de las películas que se estrenarían próximamente. Pero me topé con algo realmente sorprendente. Aunque pensándolo bien, no era nada sorprendente. Dinah estaba viniendo hacia nosotras con unas palomitas de maíz en la mano y un refresco en la otra, lo sorprendente era que venía acompañada de Hanna, la chica chismosa que iba en el equipo de porristas.

—¡Oh! ¡Hola, Normani! —me saludó Hanna pero yo no podía quitar mis ojos de los de Dinah.

Di un giro para mirar a Ally, pero ella de nuevo se encogió de hombros.

—¿Qué haces aquí? —me preguntó Dinah en un susurro.

—¿Qué película vamos a ver? —les pregunté yo al resto.

—Se llama Mientras El Lobo No Está —respondió Camila.

Cuando escuché su voz me dieron ganas de saltarle encima para golpearla porque estaba ahí como si nada tomando la mano de Eva mientras se escapaba con Lauren para tener una aventura. Ella lastimaría a ambas, y yo sabía que estaba haciendo mal. Por un lado, Eva estaba siendo engañada por su novia con la chica que la trata mal todos los días, y Lauren, bueno, Lauren parecía muy metida en eso, la forma en la que le habló a Camila me alarmaba, su voz se quebraba y le costaba hablar. Me temía lo peor.

—Esto parece como una cita triple —dijo Hanna y se enganchó del brazo de Dinah.

¿Ella era gay? ¿Qué? ¿Ahora todos estaban fuera del closet?

—Pero yo no tengo pareja —sonrió Ally.

—No te preocupes —comenté—. Yo seré tu pareja, Ally, y seremos mejores que todas éstas.

Ally sonrió y me tomó de la mano.

—¿Puedo hablar contigo un segundo? —Dinah se dirigió a mí.

La miré fingiendo confusión, ella se soltó de Hanna e hizo que yo hiciera lo mismo con Ally cuando me jaló del brazo.

—¿Qué estás haciendo aquí? —cuestionó cuando ya estábamos lejos de las demás.

Dinah tenía el ceño fruncido y se notaba su incomodidad.

—¿A qué te refieres? —pregunté con mi sorpresa falsa—. ¡Oh! Querías que yo no viniera para poder salir con tu chica.

La más alta cambió su expresión a una completamente feliz.

—¿Estás celosa, verdad? —dijo—. Ella no es mi chica, tú eres mi chica.

—No estoy celosa y no soy tu chica —le dije.

—Sí, claro, como sea —rió—. En realidad hablaba sobre el trato que teníamos por esta cosa que descubrimos en la mañana.

—No te preocupes, pensaba que solamente el equipo de animadoras estaba aquí, por eso vine, no sabía que tú y Camila también habían quedado en citas —expliqué y Dinah asintió—. Pero pensándolo bien tienes razón, no puedo mirar a Camila sin querer sacarle los ojos...

—Imagínate yo —rió.

Suspiré.

—Debo irme.

—¿Qué? ¿Por qué? —ella preguntó.

—Siento que no debería estar aquí, había venido para distraerme pero mi problema entrará a la misma sala de cine que yo, así que...

—¡No! —gritó Dinah, para después mirarme a los ojos—. No te vayas, si quieres nos ponemos en otros asientos lejos de ellos.

—¿Nos? —reí.

—Sí, nosotras dos, y así podrías besarme al fin —dijo Dinah y yo rodé los ojos.

—Lo estabas logrando —le dije—. Casi lo logras, pero me tengo que ir.

—¿Al menos me dejas llevarte a tu casa?

—No, diviertete con tu cita —le sonreí cínicamente.

—No es mi cita —replicó la más alta—. No sé por qué ha estado tan empalagosa conmigo, yo sólo vine porque no tenía nada más que hacer y Camila me invitó.

—Claro —puse los ojos en blanco—. Aunque deberías salir con ella, así te quitas la idea de querer salir conmigo.

—No quiero salir con alguien más que no seas tú —dijo mientras me tomaba por ambos brazos—. Me gustas mucho, Normani, y quiero ser tu novia, incluso si tengo que esperar a que estés lista.

—Oye, corta por ahí —pedí—. No soy ese tipo de chica, yo no salgo con otras chicas, y no es algo que tú vayas a cambiar. Lo siento mucho, pero no voy a salir contigo, ya supera eso.

Mis palabras salieron como balas de la pistola que es mi boca y Dinah solamente me miró con los ojos derrotados, me alejé de ella y fui con Ally para despedirme de ella.

have you ever dated a quarterback?Where stories live. Discover now