Capítulo 4

23 3 0
                                    

Luego de la noticia que me dió a entender mi padre, anunció que iría a ver a Rick, su otro hijo adoptivo que vivía en Georgia. Decía que era su único hijo que había podido lograr encontrar a la mujer ideal para su vida. Eso hizo que mi autoestima se viniera abajo, sé que a veces soy un bastardo con las mujeres, pero eso no quiere decir que algún día llegará el momento donde tengo que sentar cabeza. Mucha relación con mi hermano no tengo, desde que llegó a nuestra casa siempre pensé que ocuparía mi lugar. Sin embargo, eligió el camino correcto y se dedicó a seguir sus estudios, a pesar de todos los problemas que le venían cayendo encima.
Le di un gran abrazo, y él golpeteó mi espalda como siempre hacía. Sonrió melancólico, y además agregó que le avisaría de la muerte de Natalie.

Me dejó solo, bajo la luz de la luna. La noche estaba fresca, y lamentablemente no tenía un medio de transporte para llegar a mi departamento sin tener que sufrir las consecuencias del temporal. Me dispuse a caminar lento, tomándome el tiempo necesario. No sabría qué comería ahora, por lo que pensé parar en alguna gasolinera y pedir algún sándwich cualquiera. Mi reloj marcaba las diez de la noche, y para ese entonces ya todo estaba oscuro, solamente los faroles iluminaban el camino. Algunas tiendas estaban abiertas, pero eran muy pocas. La licorería del viejo Adams estaba abierta, pero dejé aquella tentación en el camino.

Mis manos estaban entre mis bolsillos, toqueteando levemente algunas monedas guardadas allí. Al doblar una esquina, una mujer, de aspecto demacrado, caminó rápido llorando y gritando cosas incoherentes. Deseé que estuviera borracha, y no que necesitara la ayuda de nadie. No soy el indicado para hacerlo.
Imaginé que se encontraba en peligro, y por un momento dudé en ir donde la joven salió casi corriendo. Pero para mi suerte, el departamento no quedaba muy lejos. Seguí caminando, ahora ya un poco más rápido, y llegué a tiempo cuando el conserje casi se dormía en su silla. Subí las escaleras a rastas, y abrí la puerta con la llave que tenía en el bolsillo del pantalón. Me eché en el sillón exhausto, preguntándome qué será de esa mujer que trataba de ganarse la vida. Al final, terminó muerta. ¿Será porque estaba metida en algo que yo también estoy involucrado?

***

La luz que salía del ventanal me había despertado. Mi cuello dolía horrores, dormí en una posición muy incómoda. Masageándome la nuca, me dirigí a la pequeña cocina, donde saqué algunas galletas y preparé el agua caliente para prepararme un café con azúcar. Sintiéndome sucio, me dirigí al baño, no sin antes de apagar el fuego. Me di una ducha refrescante, y me vestí con unos jeans oscuros, acompañado de una camisa del mismo tono. Cuando volví a la cocina, el agua ya estaba lo bastante caliente. Mi padre me enseñó a no usar tanta agua al bañarnos, ya que de mucho gasto económico no podíamos darnos el lujo de quedarnos media hora bajo el agua. Tomé tranquilo mi café, y comí algunas galletas que estaban por vencer en una semana. Hoy visitaría a Will, le diría que estaba más que seguro que iría a Nueva York. Tal vez pueda ganarme la vida como cualquier hombre de mi edad.

Tomé mi chaqueta de cuero, y la sostuve con el brazo. Guardé todo lo necesario y cerré la puerta con llave. Bajé las escaleras casi corriendo, y me encontré con el conserje hablando con la señora Mendelson. Una vieja sabia, pero a pesar de eso viuda y su único hijo está perdido en el mundo haciendo lo que sólo Dios puede saber. Tenía en sus manos a uno de sus gatos, el cual consideraba como a un hijo. Era amable y cariñosa, pero tenía momentos donde no querrías acercarte a ella y que ordene que uno de sus animales te lastimara.

Al pasar por su lado, me sonrió amable.

-Hola Jason, ¿cómo está yendo tu día? -me preguntó, eran las nueve de la mañana. Mucho no había por decir que hice en estos momentos.
Aún así, le contesté.

-Muy bien, señora Mendelson. -le sonreí, y el conserje quedó en silencio.

-Saluda a Jason, Daniel. -hizo una voz aguda mientras movía las patas del gato hacia a mí, y sabía que era momento de irme.

-Tengo que irme, un gusto encontrarla -me despedí mientras me iba caminando hacia la salida del edificio.

-Hasta luego Jason. -siguió con aquella voz extraña, y sólo me limité a caminar más rápido e irme a recorrer las calles de Denver.

El clima estaba lo bastante agradable, y lamenté haber traído mi chaqueta. No hacía falta traerla. Ya varias personas estaban tomando los autobuses o algún que otro taxi vacío. Las tiendas estaban abriendo, y la que había comprado un nuevo televisor daba un canal donde los niños de ahora se divertían viendo. Me quedé anonado mirando la nueva tegnología que había en estos tiempos. En mi época, a penas podíamos tener una radio decente, pero no me quejo, eran buenos tiempos aquellos.
De la nada, la televisión cambió de transmisión, poniendo el canal de noticias que la mayoría de la población veía.

"-Hace unas horas, identificamos el cuerpo de una mujer de origen británico. Su nombre era Angelina Lennon, tenía 25 años de edad y trabajaba en la empresa del señor Williams. Según algunas pistas, afirman ver a aquella pareja saliendo en varias ocasiones juntos. Varios testigos dicen que la joven se la veía muy deprimida en estas últimas semanas."

Seguí mi camino, al notar que mostraban un poco de la escena donde se cometió el suicidio. No quería ver aquello, prefería seguir mi rumbo hacia donde se encontraba Will. Sin embargo, no pude evitar parar de caminar al detenerme frente a un puesto de revistas. Me acerqué en la sección de periódicos, y lo que ví no podía ser algo más escalofriante que me haya sucedido hasta ahora. Tomé el mismo en mis manos, leyendo como si fuera lo más importante que he leído en estos momentos.

"-...dicen que la causa de su muerte es por la señora Williams, esposa del señor empresario, quien dicen persuadirla en varios momentos. Según los investigadores, era la supuesta amante del hombre mayor. Los policías han estado buscando sospechosos por el suicidio de Lennon. Hasta ahora, tenemos como fuente de información a la pareja (que ya están a punto del divorcio). El suicidio se cometió dentro del parque, donde ahora está clausurado el paso a cualquier visitante. Lo que sorprende a todos, es que el cuerpo se encontró en un estado horripilante. Dicen que debe tener como más de una semana, en una parte del gran árbol que tiene varios años de antiguedad en la parte final del parque. El testigo encontró el cuerpo como a las seis de la mañana, mientras paseaba a su mascota por el lugar. Se dice que el animal olfateó hasta llegar con el cuerpo ya podrido..."

Pero mis ojos no pudieron seguir leyendo al ver la imagen adjunta en el periódico.
Era la misma mujer que me encontré llorando desconsoladamente ayer por la noche.

El ilusionistaWhere stories live. Discover now