Capítulo 21

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Helen, la madre de Franco, le había ordenado a Allison amenazar a Jade para de una vez por todas se alejara y se olvidara de hijo. Sin embargo, los planes no resultaron como la pelinegra lo había planificado mentalmente, ahora ella se encontraba llevando a Jade a casa de Helen para que ella misma le advirtiera sobre las consecuencias que podría ocasionarle el seguir con Franco.

-Gracias por acompañarme, querido- expresó Allison mientras sujetaba las manos de Jade con cinta adhesiva.

-¡¿Kevin?!- preguntó la castaña, asombrada al ver al ex novio de Valentina conduciendo el auto.

-Así es. No podía negarme a ayudar a mi hermosa tía... Además quiero ver sufrir al idiota del hermano de mi chica-. Él respondió mirando a Jade por medio del espejo retrovisor.

-Franco tenía razón, tú no eres, ni serás un buen chico para Valentina.

-¿Tú qué sabes? No me conoces y aunque no quieran, ella será mía de nuevo, nunca nos tardamos tanto en volver a estar juntos-. Afirmó el joven, soltando una carcajada malévola.

-Eres un maldito...

-¡Ya cállate!- Allison cortó sus palabras golpeándola en el rostro con el arma, para luego apuntarle de nuevo con ella-. Será mejor que cierres la boca si no quieres tener una bala en tu cabeza.

-¿Dime qué fue lo que hice para que me trataras así? - cuestionó Jade con una mezcla de temor e irá

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-¿Dime qué fue lo que hice para que me trataras así? - cuestionó Jade con una mezcla de temor e irá

-¡Me robaste a Franco maldita! ¿Y todavía te atreves a preguntar?- Escupió con odio.

-Yo no tengo la culpa de que...

-¡Te dije que te callaras!- Exclamó Allison lanzando otro golpe contra el rostro de Jade, obligándola a callar-. Tendré que amordazarte para que dejes de hablar.

-Eres una...- refirió la castaña volteando su rostro antes de recibir otro golpe.

-Definitivamente no lo entiendes, eres muy necia, pero hoy acabaremos con esa terquedad tuya-. Aseguró bajando su mano con el arma para poder taparle la boca a Jade con un pañuelo.

La chica experimentó la angustia apoderándose de su ser, podía sentir que su sangre se helaba, el miedo la invadió de pies a cabeza y el hecho de no saber a dónde la llevaban, la ponía más nerviosa.

La chica experimentó la angustia apoderándose de su ser, podía sentir que su sangre se helaba, el miedo la invadió de pies a cabeza y el hecho de no saber a dónde la llevaban, la ponía más nerviosa

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El Chico De NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora